La protagonista de la filmación es Rebecca, una joven que durante el desarrollo de la película parece estar a medio camino entre la locura y la conexión sobrenatural. Tras un desafortunado accidente con el gas, la joven pierde de forma traumática a sus padres. Atormentada por la culpa y los recuerdos, Rebecca decide marcharse para despejarse a un pueblo donde solía ir con sus padres durante las vacaciones cuando era pequeña.
Una vez en el pueblo, con un característico lago artificial, Rebecca se hace muy amiga de un joven local y pronto comienza a ver cosas extrañas alrededor del mencionado lago. La joven no tardará en ser consciente de que existe una leyenda sobre que los muertos que han fallecido en el lago salen cada 13 años para llevarse a más víctimas con ellos y sin que sus cuerpos se hayan logrado encontrar nunca.
Durante la interminable y confusa trama, comienzan a sucederse recreaciones de extraños sucesos, pasados hace décadas, que costaron la vida a varias personas en el lago. Asimismo, Rebecca también comienza a ver muertos y situaciones premonitorias que parece que solo ella puede sentir. Realmente parece que se está volviendo loca.
Poco a poco, se van despejando -aunque sea todo muy, muy raro- las incógnitas. Efectivamente, existe una especie de maldición que está haciendo que los muertos vuelvan a la vida para cobrarse más víctimas. Estos zombis habitantes del lago, tienen la extraña característica de que no solo son cuerpos muertos en movimiento, sino que pueden proyectar su alma, como si fueran fantasmas.
La película cada vez va a peor y finalmente ya no se sabe bien quiés está muerto o vivo, ni el por qué ni nada. Como era de esperar, nuestra protagonista logra engañar a los ineptos zombis submarinos, acabando con ellos y rompiendo el ciclo maldito.
"Ghost Lake" es realmente una película extraña, con un argumento confuso que tiene tantas pretensiones que se termina por despistar a la pobre persona que esté sufriendo esta filmación. Una desafortunada mezcla entre fantasmas y zombis, con ridículos puntos místicos y sobre numerología.
En definitiva, una película que no destaca por nada especialmente positivo, con una historia enrevesada, unos actores bastante justitos, una fotografía mejorable y unos efectos especiales realmente irrisorios. Únicamente recomendada para los más fanáticos del cine de terror cutre.
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