viernes, 3 de octubre de 2014

(1968) Dr. Satán y la magia negra

Dr. Satán y la magia negra es una película mexicana producida en 1968. En inglés es conocida como "Dr. Satan versus black magic".

El Dr. Satán es enviado al mundo de los vivos por su amo, el Rey Diablo, que le encomienda la misión de eliminar a su archienemigo Yei Lin que se dispone a robar la fórmula Sorensen -una especie de piedra filosofal que puede convertir metales sin valor en oro-.

Los secuaces del brujo-vampiro Yei Lin ejecutan el plan de su líder, asesinan al profesor Sorensen y le roban su fórmula química secreta. El Dr. Satán por su parte convierte a dos muchachas en zombis esclavas para que le ayuden a derrolar a Yei Lin.

Las zombis descubren donde se esconde el enemigo de su amo y el Dr. Satán le hace una visita para matarlo, pero Yei Lin se transforma en murciélago -míticas esas imágenes- y lo derrota. Posteriormente el vampiro le devuelve la visita y el Dr. vuelve a salir mal parado. A todo esto, Yei Lin ya ha conseguido hacer oro utilizando la fórmula Sorensen y pretende empezar a fabricarlo a gran escala para alcanzar así grandes cuotas de poder.

A Yei Lin parece que le sale todo bien, pero el Dr. Satán secuestra a la mujer que es su mano derecha y obliga al vampiro a darle la fórmula, pero este se la da con un error que provocaría una gran explosión. El Dr. pretende acabar de una vez con su enemigo y lo sigue, junto con sus zombis esclavas, hasta una cueva donde una explosión trunca sus planes y el Dr. Satán parece abandonar el mundo de los vivos. No obstante, el Rey Diablo le da una nueva oportunidad y hace que regrese a la vida  -tras una soberana bronca, eso sí-.

Aprovechando el factor sorpresa, el Dr. Satán pretende vengarse de Yei Lin que precisamente está a punto de marcharse de allí con la apreciada fórmula. De nuevo acompañado por sus fieles zombis, se dirige hasta el edificio donde se encuentra el vampiro mientras la policía -que realmente pinta muy poco en la historia- acordona la zona. En un final para olvidar, el Dr. le clava una estaca a Yei Lin y el vampiro muere. Sin embargo, cuando intenta aplicar la fórmula que le dio Yei Lin, al estar equivocada, termina saltando por los aires.

"Dr. Satán y la magia negra" es una película curiosa y desconocida, con una historia ciertamente original y disparatada a partes iguales y una puesta en escena demasiado cutre, pero con cierto encanto al recordar a películas de serie B de finales de los cincuenta con sus decorados de cartón piedra, absurdos artefactos y situaciones surrealistas.

En la filmación hay un poco de todo: un hechicero que ahora es vampiro, dos zombis y hasta el mismísimo diablo en persona. Aunque, eso sí, para ser tan poderosos Yei Lin (3) y el Dr. Satán (2) tienen muy, muy poquitos seguidores, y encima los del Dr. son zombis.

Es destacable el enfoque del argumento, bastante curioso, ya que en esta historia no hay buenos, son dos malos que luchan para ver quién es peor de los dos, pero que ambos terminan perdiendo, que, de hecho, era la única forma que el bien se impusiera sobre el mal.

Luego, lo que es la  grabación está llena de escenas ridículas, efectos penosos y un guion absurdo donde la coherencia, al igual que los poderes de nuestros protagonistas, va y viene sin criterio ninguno. No obstante el desarrollo no es aburrido, con bastantes momentos de acción, aunque alguna escena -como el levantamiento de las zombis- se puede hacer repetitiva. Respecto a la ambientación, esta tiene ciertos aires psicodélicos y experimentales que pueden sorprender (o desconcertar) por momentos al espectador.

Sobre las dos muchachas zombis que aparecen en la grabación, parece que el Dr. Satán se ayuda de una inyección y plegarias al Rey Diablo para hacer que las muertas se levanten y sigan sus deseos de forma incondicional como si fueran robots. De hecho, el Dr. Satán las tiene toda la filmación de acá para allá con distintas misiones donde les apuñalan y disparan sin que se despeinen. Las jóvenes pueden hablar e incluso razonar. Al final, y dentro de este increíble mundo, el Dr. les da unas píldoras para asegurar su descanso eterno junto con el señor malvado y se desvanecen.

En definitiva, una producción cutre, de las que hay que relajarse y disfrutar porque puede acabar enganchando. Incoherencias y fallos a borbotones, evidentemente, pero no está de más echarle un vistazo si se puede, al menos como curiosidad. Considerada por muchos como toda una joya del cine de terror mexicano.

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