domingo, 28 de septiembre de 2014

(2008) Zombies! Zombies! Zombies!

Zombies! Zombies! Zombies!, también conocida como "Strippers vs Zombies", es una producción estadounidense filmada en 2008 y lanzada directamente en DVD.

Un adicto a las drogas se dirige hacia un laboratorio donde un médico conocido suyo está investigando para obtener un fármaco contra el cáncer. El yonqui convence al médico para que le facilite un poco de droga que la mezcla con la sustancia experimental y se la lleva. La droga, que efectivamente resulta que convierte en zombis a quien la toma, la comparte el hombre con una prostituta que a su vez invita a otra amiga que pronto comienzan a dar mordiscos y a expandir la infección.

Las chicas de un club cercano de streaptease denominado "Grindhouse" presencian el ataque de las muertas mientras tomaban algo después de su jornada de trabajo. Las zombis van a por ellas, así que deciden volver a su local para intentar refugiarse. Junto con las chicas, el grupo de supervivientes lo completa dos trabajadores del club, dos jóvenes que venían a recoger a dos de las muchachas y un chulo junto a su pareja.

Los muertos vivientes siguen aumentando y amontonándose en la puerta del local donde intentan resistir nuestro grupo, a pesar de que alguno de sus miembros ya ha sido mordido. Uno de los jóvenes junto a una stripper logran llegar hasta un coche y salen de allí para buscar ayuda. Encuentran al científico que estaba investigando la cura del cáncer que les cuenta que esa sustancia mata a todos los tipos de células y que además provoca mutaciones. El médico les facilita un antídoto que termina inyectándoselo por error el joven protagonista a la vez que el doctor es mordido.

El joven y la stripper vuelven hasta el club donde ya la situación es insostenible. Varios supervivientes han sido infectados y los zombis ya han podido entrar en el local. Cuando uno de ellos muerde al joven que se inyectó el antídoto, el muerto explota. Viendo la situación, nuestro protagonista decide sacrificarse -totalmente previsible, por otro lado- para que los zombis le muerdan y así lograr destruirlos y salvar a las tres strippers que han logrado sobrevivir.

En mitad de los créditos tiene una escena final donde se nos muestra al chulo haciendo negocios con su pareja muerta viviente.

"Zombies! Zombies! Zombies!" es una película con bastante poco interés, vendida falsamente como comedia, realizada únicamente para el lucimiento de las chicas Playboy que la protagoniza y que no propone nada nuevo ni medianamente entretenido.

La trama es bastante ridícula y por supuesto absolutamente nada innovadora, los personajes vacíos, las situaciones las de siempre, los efectos especiales desastrosos y de las actuaciones... mejor ni hablar. El ritmo de la narración es bastante lento, tarda mucho en mostrar las pocas cosas que ofrece y las que muestran no son nada motivantes. En general, una grabación con muy poca calidad y una estética muy poco profesional.

Los zombis en esta producción son de corte clásico, lentos y hambrientos, aunque tremendamente erráticos, poco creíbles y caracterizados de forma muy irregular con sus lentillas de colores correspondientes que tanto gusta a ciertos maquilladores como única nota en común.

Tenemos que recordar que sobre una temática similar tenemos la película, quizá algo más interesante, también de 2008 titulada "Zombie strippers" que es algo menos tópica y bastante más transgresora.

En definitiva, una filmación que nos ofrece alguna que otra teta, caras bonitas y un sinfín de despropósitos ridículos que no hacen para nada recomendable esta mediocre producción y que desde luego le puede hacer a uno plantearse en qué están pensando ciertos productores y guionistas cuando sacan adelantes engendros como este.

Trailer (en inglés):


Valoración:

jueves, 25 de septiembre de 2014

(1989) En las puertas del infierno

En las puertas del infierno, cuyo título original es "Hellgate", es una filmación producida en Estados Unidos en 1989 sobre un pueblo maldito que está protagonizada por Ron Palillo.

Hace años en un pueblecito perdido, una panda de moteros llegaron y asesinaron brutalmente a una joven inocente. Poco después de aquello, un empleado del padre de la joven -dueño de una mina de oro-, encontró un extraño cristal que resultó tener el poder mágico de revivir a los muertos y provocar mutaciones en los cuerpos vivos. El padre utilizó el cristal para levantar de la tumba a su hija y, desde entonces, la leyenda cuenta que esta muchacha zombi se dedica a seducir y matar a todos los forasteros que por allí se acercan.

En ese mismo lugar un joven -Ron Palillo- viaja en coche para llegar a una casa en la que va a pasar sus vacaciones y en la que ya le esperan su novia y otra pareja más. Durante el camino, la leyenda se hace realidad y se encuentra con la atractiva muerta, que parece enamorarse de él y lo lleva a su casa, de la que se tiene que marchar a toda prisa después de conocer al padre -con la cara deformada por el ataque de una tortuga zombi... sí, sí, una tortuga zombi-.

Por fin, nuestro protagonista consigue llegar a su destino junto con su novia y la otra pareja. El joven parece que se ha obsesionado con la atractiva zombi y decide volver a Hellgate acompañado de sus amigos. Por su parte, el padre de la joven muerta ha utilizado el cristal mágico para reanimar a los habitantes muertos de aquel pueblo abandonado.

Cuando llegan los jóvenes a Hellgate se encuentran con todo un repertorio de muertos vivientes y de fantasmas que acojonan un rato al grupo. El padre de la zombi asesina a la pareja de amigos -que posteriormente serán también reanimados- de nuestro protagonista que se termina reencontrando con su pretendienta muerta viviente de la que escapa gracias a su novia. Finalmente la pareja huye del lugar aunque la maldición parece que todavía no ha terminado.

"En las puertas del infierno" nos narra una historia típica y tópica de terror adolescente donde una leyenda que no tiene ni pies ni cabeza se vuelve real con desafortunadas consecuencias para los personajes secundarios. Repleta de detalles ridículos y escenas intrascentes, es solo una película donde pasa lo que tiene que pasar adornada con paranoias varias que intentan asustar a jóvenes imberbes.

Estéticamente la grabación no tiene mala calidad y tiene momentos en los que se levanta algo la expectación, sin embargo ni el argumento, ni sus actuaciones, ni su ambientación son demasiado acertados, conviriténdose en un producto mediocre, absurdo y sin consistencia.

Siguiendo con en esta línea de sinsentidos, los muertos vivientes que se nos muestran en la grabación son de los más diversos. Tenemos a los que deambulan sin más por el pueblo, a otros que hablan e incluso a nuestra zombi protagonista que tiene hasta poderes sobrenaturales. Aparte de zombis, también encontramos en el pueblo distintos fantasmas colocados oportunamente para dar un poco más de susto a nuestros ingratos jóvenes.

En definitiva, una película de finales de los ochenta con muy poco interés enfocada a asustar a adolescentes de la época utilizando para ello un batiburrillo que no encaja ni con calzador. Decepcionante filmación que quizá se pueda utilizar de fondo mientras se realiza otra actividad más interesante.

Trailer:


Valoración

domingo, 21 de septiembre de 2014

(1975) Los muertos no mueren jamás

Los muertos no mueren jamás, titulada originalmente "The dead don't die" es una película estadounidense con zombis del vudú rodada directamente para televisión en 1975.

Ralph Drake es un hombre que va a ser ejecutado en la silla eléctrica acusado del asesinato de su esposa. En los instantes antes de su muerte, Ralph le pide a su hermano Don que limpie su nombre y que busque al verdadero culpable. De esta forma, Don se traslada a Chicago para intentar aclarar qué fue lo que realmente sucedió. Comienza buscando en el local de maratones de baile donde ocurrió el crimen y que era frecuentado por Ralph. Allí conoce a Moss, un oscuro hombre de negocios que dice que lo ayudará en su búsqueda de la verdad.

Don ve a su hermano muerto caminando por la calle en el mismo momento en el que una misteriosa mujer le estaba advirtiendo que su vida corría peligro y que lo mejor que podía hacer era marcharse de la ciudad. Don sigue a su hermano pero no consigue alcanzarlo, por contra es atacado por una mujer después de forcejear con un hombre al que parece matar -aunque comprobaremos que realmente ya está muerto. Continuando con la investigación se encuentra en una funeraria precisamente al hombre que parecía haber asesinado, se levanta del ataúd en el que estaba y le ataca.

La misteriosa mujer vuelve para comunicarle a nuestro protagonista que Varrick, el zombi-Máster quiere eliminarlo. Don le cuenta lo sucedido a la policía, pero nadie le cree. Desconcertado le pide ayuda a Moss que le ofrece quedarse unos días en su local de baile de mala muerte. La misteriosa mujer le confiesa a Don que realmente es una muerta viviente y, aunque ella puede hablar y razonar perfectamente, le dice que Varrick está levantando a los muertos por medio de técnicas de vudú haitiano y que ya hay otros muchos como ellas esperando a recibir las órdenes de su zombi-Máster

Con nuestro protagonista a punto enloquecer, Moss le dice a Don que solo hay una forma de saber si realmente vio a su hermano muerto, y es comprobando que el ataúd esté vacío. La pareja se dirige hacia el cementerio y Don ve que efectivamente en el ataúd no hay nadie, aunque todo aquello era una trampa de Moss y de repente es rodeado por varios zombis.


Finalmente -y como se veía venir desde hace tiempo-, se desvela que Varrick es realmente Moss que pretende reunir un ejército de zombis a su merced para infiltrarlos en todos los sectores de la sociedad y así tener un poder total. Moss ordena al zombi de Ralph que mate a su hermano, pero ve a su mujer muerta y se termina revelando contra su amo. No obstante, cuando todo parece que acabará felizmente, llega la policía al lugar y no encuentran absolutamente nada... y es que el plan de Varrick parece que ya ha comenzado.

"Los muertos no mueren jamás" es una filmación ambientada en los años treinta con una estética oscura y tétrica que nos ofrece algo de intriga y misterio, aunque por lo general podríamos decir que es bastante predecible. Es una historia con poca acción y sin apenas sobresaltos pero con una presentación efectiva que culmina con un final con cierto interés.

La película está protagonizada por reconocidos actores (Ray Milland, Joan Blondell, George Hamilton) y, aunque se nota mucho los escasos medios al ser una producción directamente realizada para televisión, sí que transmite por momentos esa sensación de pesadilla lúgubre y angustiosa que nos quiere transmitir.

En esta ocasión nos encontramos con unos zombis revividos mediante la magia negra y el vudú que, en líneas generales, siguen como esclavos sumisos las órdenes del sacerdote que los levanta, aunque en ningún caso se nos muestran pistas de cómo se desarrolla concretamente el ritual.

En definitiva, una grabación simple y poco conocida que no aporta demasiado pero que puede resultar entretenida por momentos. Recomendada para los espectadores a los que les guste el misterio mezclado con muertos vivientes al servicio de un villano desconocido. Aceptable en su desarrollo pero sin muchas pretensiones. Se puede confundir con la comedia de 1990 "Los muertos no mueren" por su parecido título original: "The dead don't die" -esta- versus "Dead men don't die" -1990- aunque no tienen absolutamente nada que ver.

Película completa (en inglés):


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sábado, 20 de septiembre de 2014

(1974) El pantano de los cuervos

El pantano de los cuervos en una coproducción hispano ecuatoriana rodada en 1974 que nos narra los oscuros experimentos de un médico que considera que la muerte es un proceso reversible.

El Dr. Frosta es un médico sin escrúpulos que ya ha sido expulsado de varios hospitales europeos al descubrir que realizaba investigaciones para devolver a la vida a los cadáveres recientes. El doctor se asienta ahora en un lugar pantanoso de la selva de Ecuador acompañado por uno de los pocos muertos que ha podido revivir con su suero rojizo que hace las veces de zombi-esclavo-sirviente-ayudante.

En la actualidad, trabaja desde hace poco en un laboratorio ecuatoriano de donde consigue todo lo necesario para continuar con sus oscuros experimentos. También ha comenzado una relación con una mujer que, sin embargo, le confiesa que debido a su fría y enigmática personalidad ha comenzado a tenerle miedo, deseando rompercon él y volver con su ex novio, un cantante que nos "regalará" más de una canción durante el metraje.

El Dr. Frosta continúa con su investigación, tirando a la zona pantanosa cercana a su vivienda los cadáveres que no logra reanimar, es decir, casi todos. El lugar está habitado por abundantes buitres -no cuervos- que se nos muestran en pantalla como un imagen muy recurrente durante toda la filmación. No obstante, la policía ha comenzado a investigar varios trozos de cuerpos humanos que han aparecido en la ciudad y empiezan a seguirle la pista.

El médico secuestra a su amada en el aeropuerto justo antes de que se fugara con su ex y se la lleva a su choza en la selva. La policía ha estrechado el cerco sobre el Dr. Frosta y el cantante va directamente a la casa del doctor a pedirle explicaciones y se enzarzan en una lucha que terminará con la choza en llamas, pero con el médico vivo y pudiendo escapar después de simular su propia muerte. Su amada logró despertar, pero tras el incendio volvió a morir. 

La película concluye con el peculiar detective que llevaba el caso dando captura al Dr. Frosta mientras impartía clases en un centro médico en otra parte del mundo y justo cuando ya había engatusado a una joven para llevársela a su casa. Las últimas imágenes son para el "apoteósico" poema final donde termina dicendo el protagonista "... y el cuervo respondió nunca más, nunca más" -quizá el cuervo se refería a volver a ver esta filmación-.

 "El pantano de los cuervos" es una película experimental, con escenas extrañas y estrambóticas sumergidas en una estética setentera a tope y con un cacao de registros -amor, humor, terror, musical, misterio- que desconcierta por lo inconexo y mal llevado del intento. Protagonizada por un inexpresivo Ramiro Oliveros, tiene una ambientación que no acaba de convencer y un acompañamiento musical que es un auténtico cachondeo, colocando piezas alegres y joviales en mitad de escenas con un clima oscuro y sombrío.

Por otro lado, podemos destacar que puede llegar a ser desesperante por lo repetitivo de algunas secuencias y realmente sorprendente cuando vemos a un policía comienzo huevos con patatas tranquilamente con una mano amputada y putrefacta de un leproso junto a su plato (se puede ver en el fragmento de más abajo), o la polémica escena de una autopsia de la que corre el rumor -totalmente fundamentado- de que es a un cadáver real (yo la apoyo sin dudar).

La historia en sí no está nada mal teniendo la época en la que se grabó, aunque evidentemente se le podría haber sacado muchísimo más jugo, recordando irremediablemente a la posterior y más conocida "Re-Animator" de 1985, ambas con científicos locos que, jeringuilla en mano, pretenden desesperadamente conseguir que sus investigaciones para volver los muertos a la vida lleguen a buen puerto.

Repecto a los zombis -más bien el zombi- que aparece en la grabación, el propio médico lo define como una planta que vegeta y obedece. Es el típico muerto con la voluntad anulada que le rinde pleitesía a la persona que lo revivió. En otras palabras, tal y como nos explica, aunque su cuerpo funciona, su cerebro no.

En definitiva, una película con muchas variaciones de registros, bastantes detalles cutres y un cóctel imposible que incluye romanticismo, fetos en formol, buitres en vez de cuervos, un poquito de necrofilia, bailes, tinieblas, poesía, asesinatos, experimentos, etc, etc. Una auténtica rareza que hay que ver, por lo menos por curiosidad.

Clip:


Valoración:

(1990) Los ojos del diablo

Los ojos del diablo es una película estadounidense que adapta a la gran pantalla dos relatos del escritor Edgar Allan Poe. Filmada en 1990 y conocida originalmente como "Two evil eyes" está dirigida por George A. Romero y Dario Argento que ya trabajaron juntos en la magnífica grabación "El amanecer de los muertos" en 1978.

La primera de las historias es la dirigida por Romero, tiulada "La verdad sobre el caso del Sr. Valdemar" ("The Facts in the Case of M. Valdemar"), y donde podemos encontrar, como no podía ser de otra forma, a los muertos vivientes de la grabación.

El señor Valdemar es un ricachón moribundo que espera en la cama a que llegue su hora. Su mujer, que mantiene una relación con el médico que cuida al marido, tiene un plan para quedarse con todo su dinero. El médico utiliza técnicas de hipnosis con su paciente terminal para mitigar el intenso dolor, a la vez que le permite controlar la voluntar del propio Valdemar y así utilizarlo para firmar y decir todo aquello que su mujer quiere para llevar a cabo el premeditado robo.

No obstante, el señor Valdemar muere de forma sorpresiva estando bajo los efectos de la hipnosis. La mujer y su amante lo intentan ocultar porque de otra forma no podrían hacerse con el dinero. De esta forma, deciden introducir el cuerpo del hombre muerto en un congelador en el sótano de su casa.

Al poco tiempo, la pareja comienza a oír la voz del señor Valdemar que según parece todavía tiene conciencia allá donde esté. Debido a que estaba en estado de hipnosis cuando murío, afirma que su alma está viva en el absoluto vación con "otros" alrededor y clama porque el médico lo despierte de una vez, ya que al haber inducido la hipnosis él, es el único que puede hacerlo.

A punto de volverse loca, su mujer dispara al cuerpo inerte del marido en el congelador y pretende enterrar al señor Valdemar en el jardín para acabar con aquella voz. Cuando intenta deshacerse del cadáver, Valdemar se levanta, según dice tomado por los "otros", y se dirige hacia su mujer, que termina disparándose y muriendo. Finalmente, el médico cuando ve a Valdemar, lo despierta y el muerto vuelve a caer, no sin antes avisarle de que esos "otros" van a ir a por él.

El médico vuelve a su casa con el dinero de Valdemar y se autohipnotiza para poder dormir profundamente y así descansar, pero durante la noche, los "otros" lo matan clavándole el péndulo que utiliza para la hipnosis. Un tiempo después, y alertados por el mal olor, la policía encuentra al zombi del médico andando por su piso mientras se lamenta que a él nadie lo puede despertar.

Por otro lado, la segunda historia -que al no tener muertos vivientes de por medio repasamos más brevemente- se denomina "El gato negro" ("The Black Cat"). En este relato nos cuentan como un sádico y borracho fotógrafo profesional se obsesiona con un gato negro que adopta su mujer con la que tiene una relación tormentosa. El fotógrafo mata al gato y saca un libro con fotografías del macabro proceso que es la gota que colma el vaso para su pareja que decide abandonarlo. Otro gato llega a la casa y el fotógrafo pretende matarlo también, aunque su novia se mete por medio y acaba matándola a ella. Para que no lo descubran, empareda el cuerpo muerto y se inventa una historia. No obstante, la policía termina descubriendo el nicho de la muerta donde unos siniestros gatitos se comen el cadáver. El fotógrafo logra matar a los policías, pero termina ahorcado al tratar de huir de la casa mientras el gato negro lo mira.

"Los ojos del diablo", en términos generales, en una película con detalles en ambos relatos de mucho interés, aunque quizá se puede hacer algo larga (cada historia dura una hora) y lenta en algunos tramos, a la vez que se percibe una cierta pretensión en ambos directores de hacer sus grabaciones lo más personales y alejadas de los relatos de Allan Poe como les sea posible.

Claro ejemplo de lo que hemos dicho arriba lo tenemos en "La verdad sobre el caso del Sr. Valdemar", una historia con un comienzo prometedor, mostrándonos una visión de un cementerio mientras pasa un coche con una mujer y se muestra que está dirigida por George Romero... algo que a todos los aficionados a los zombis nos pone los pelos de punta. No obstante, la narración del relato se hace cansada en algunos momentos y el zombi final que incorpora de forma libre Romero nos muestra que realmente se quiso estirar demasiado el argumento, haciendo encajar sí o sí su estilo con el relato original de Edgar Allan Poe.

Como apuntamos al comienzo, es en el fragmento del Sr. Valdemar donde disfrutamos, no de un muerto viviente como originalmente lo escribió Poe, sino de dos. El primero mayormente confiesa que su cuerpo lo dirigen esos "otros" por lo que podría parecer más una posesión que un zombi, sin embargo en el segundo caso, parece más claro que es el propio muerto viviente quien habla y se mueve, aunque también influenciado por esos misteriosos "otros".

Por último, es necesario recordar que no es esta la primera adaptación de ambas historias de Allan Poe a la gran pantalla, ya que en 1962 se rodaron de forma más fiel a los relatos originales estas mismas historias junto con "Morella" en la recomendable filmación denominada "Historias de terror". Cabría mencionar que existe una tercera adaptación anterior en forma de producción argentina que se denomina "Obras maestras del terror" (1960) pero donde el cuerpo de Valdemar en ningún momento se levanta.

En definitiva, una película entretenida en general, aunque con momentos de excesos, donde se puede percibir claramente la impronta de los dos grandes directores que participan en ella. Una filmación trabajada y bien presentada que perfectamente podría haber tenido media hora menos de duración para hacerla más ágil.

Trailer (en inglés):


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lunes, 8 de septiembre de 2014

(1990) Los muertos no mueren

Los muertos no mueren, es una comedia estadounidense con zombis del vudú filmada en 1990. Su título original es "Dead men don't die"

Barry Baron es un afamado presentador de noticias. Cuando se dirige al aparcamiento del canal de televisión donde trabaja se percata de extraños movimientos que le hacen comenzar a investigar por su cuenta. El presentador descubre que en un almacén de ese edificio se están guardando grandes cantidades de cocaína. Sin embargo y desafortunadamente para él, los traficantes lo descubren cuando estaba metiendo las narices en sus asuntos y lo matan a tiros. La primera persona que ve el cadáver es una periodista, compañera de Barry del noticiario, pero mientras coge su cámara de vídeo y avisa a la policía, una limpiadora del canal lo encuentra, limpiadora que precisamente tiene conocimientos de magia negra y lo revive haciendo un rito de vudú.

Al verlo de nuevo presentando las noticias, los traficantes no dan crédito y se dirigen al canal de televisión para volver a asesinarlo, llenándole de nuevo el cuerpo de metal, esta vez justo delante de un torpe policía al que le han encargado el caso. No obstante, Barry se vuelve a levantar y se va... y claro, cuando vuelve el policía ya tampoco está el cadáver, por lo que la periodista y el policía deciden unir esfuerzos para demostrar que ni están locos ni se inventaron que han visto morir a Barry.

El muerto viviente mata por accidente a uno de los malotes, siendo revivido también por la limpiadora-sacerdotisa que a su vez mata a otro que también es convertido en zombi e igual suerte corre el líder de la panda, teniendo ya la maga a su disposición a cuatro muertos vivientes para que cumplan todas sus órdenes.

Continuando con su investigación, la periodista y el policía descubren que realmente es el presidente del canal de televisión el que está detrás de todo el tráfico de drogas, por lo que  este último decide secuestrarlos para intentar silenciarlos. A su rescate salen la sacerdotisa, acompañada de sus cuatro zombis, yendo tras ellos en una curiosa persecución en coche. Al final el automóvil donde viaja el presidente termina estrellándose.

La película concluye con imágenes de Barry presentando de nuevo las noticias junto a su compañera. Por lo visto, nuestros protagonistas han decidio no contar la historia a la policía por miedo a que el canal desapareciera. De esta forma, el polcía renuncia a su cargo y se convierte en vicepresidente, mientras que la nueva presidenta es la sacerdotisa que precisamente tiene metido en su armario al presidente zombi que ahora le sirve de esclavo.

"Los muertos no mueren" es una comedia simpática por momentos pero flojita en términos generales con un humor muy inocente y tontorrón. Con un indisimulable aire de película de sobremesa, nos ofrece algunos gags interesantes, como a Barry dando las noticias o el constante cachonde de estar perdiendo cadáveres, aunque en otras ocasiones se hace muy lenta, aburrida e incluso algunas bromas pueden llegar a dar vergüenza ajena.

El desarrollo de la historia es muy pausado y totalmente predecible, con un tono demasiado monótono se puede hacer cansado en algunos tramos, si su repetitva banda sonora no hace que te tires por la ventana antes. Las actuaciones no son nada del otro mundo con el zombi protagonista poniendo caras raras y haciendo bailecitos tontos durante la mayoría de la filmación.

En este caso los muertos vivientes que aparecen se corresponde al concepto "prerromeriano" de zombis del vudú que son reanimados mediante un rito por una sacerdotisa a la que quedan ligados como esclavos, por lo que no pueden ni hablar a voluntad propia. Como curiosidad, se hace un llamamiento a Damballa, la loa del vudú cuyo nombre tomaba el personaje de Boris Karloff en la desafortunada "Isle of Snake People" de 1971.

En definitiva, una comedia de enredo con zombis de por medio que aspira a levantar alguna risa del espectador que logre hacerse con ella, pues no es nada fácil de conseguir y aún menos en su versión española. Un film ya trasnochado atendiendo al año en el que se rodó y apto para todos los públicos, por lo que sin duda decepcionará a los más apegados a la acción y a los zombis hambrientos.

Trailer (en inglés):


Valoración: 

domingo, 7 de septiembre de 2014

(2012) Dead season

Dead season es una película estadounidense de muertos vivientes filmada en 2012 donde sus protagonistas, además de luchar contra los zombis, tendrán que tomar decisiones extremas para sobrevivir.

Nos situamos en un mundo apocalíptico. Hace aproximadamente un año comenzó una epidemia zombi provocada por un virus que ha mermado la humanidad y ha hundido la sociedad tal y como la conocemos. En este contexto, la historia se centra en Elvis, un médico de urgencias que después de perder a su familia decide probar suerte yendo hasta una isla que le ha recomendado un amigo.

Por casualidad conoce a Tweeter, una joven que cuida de un niño huérfano. Juntos, y gracias a la mediación de ese amigo de Elvis, se dirigen hasta la isla en cuestión donde en teoría no hay caminantes y se puede vivir en paz. Solo Elvis y Tweeter llegan hasta la isla, ya que el niño fue mordido por un zombi escondido en el barco.

Después de una no demasiada buena acogida, conocen al autoritario líder de la pequeña colonia de 16 supervivientes que habitan en isla. Desde el principio se eviencian que esconden algún oscuro secreto. Elvis se integra mejor en la comunidad que su compañera, muy desconfiada desde que llegó. Conocen a la hija del líder que vive secuestrada por su propio padre. Por fin se revela el secreto que se veía venir, y es que para sobrevivir y por la falta de alimentos, se comen a las personas que llegan hasta allí que no son consideradas como beneficiosas para la comunidad.

Elvis parece entender e incluso compartir la situación, pero Tweeter nada más que se entera, se quiere largar de aquel siniestro lugar. Mientras preparan la huída, de repente una gran oleada de zombis llega hasta la isla -en teoría provenientes de un crucero infectado que llegó hasta allí-. Finalmente Elvis, Tweeter y la hija del líder -que es mordido- logran llegar hasta un barco de la costa y marcharse de aquel lugar.

"Dead season" es una película con algunos detalles argumentales interesantes pero que en líneas generales es muy poco original y bastante previsible. Estéticamente sería mejorable en cuanto a la fotografía y la puesta en escena y lo cierto es que algunos actores parecen aficionados interpretando a personajes estereotipados y vacíos.

Con un tono constante de tragedia dramática, nos encontraremos los únicos tramos entretenidos durante la estancia en la isla de Elvis y Tweeter, siendo la introducción demasiado larga e intrascendente.

Los zombis en esta filmación son de inspiración clásica, generalmente lentos, aunque en lo que parece un simple afán de oportunismo también se meten algunos que corren cual diablo con diarrea, al fin y al cabo, son más espectaculares para las persecuciones. En este sentido, no se aporta nada medianamente destacable al imaginario zombi. La caracterización de algunos muertos vivientes es ciertamente irrisoria y su comportamiento irregular.

Lo que más me ha gustado ha sido que tratan un tema que puede tener mucha miga, al plantearnos hasta qué punto podemos ser capaces de llegar por nuestra superviviencia, haciendo pensar al espectador durante unos instantes si está todo justificado por conseguir un objetivo, o, en otras palabras, si el fin justifica los medios o son tan importantes unos como otros para que no dejemos de ser humanos.

En definitiva, una obra que se encaja dentro de la fiebre de películas recientes sobre la temática zombi que poco o nada vienen a sumar. Una isla, personas peores que los muertos, mordiscos por aquí, cabezas reventadas por allá... una de zombis más y ya está. A pesar de todos sus defectos se deja ver. Recomendada para los más fanáticos del género.


Trailer (en inglés):


Valoración:

sábado, 6 de septiembre de 2014

(1980) Más allá del terror

Más allá del terror es una película española grabada en 1980 y conocida en inglés como "Further than fear". Una miscelánea muy macarra de terror que es una auténtica rareza.

Unos pandilleros muy malotes deciden ir a pegar un golpe a un bar. Pistola en mano, atracan el negocio y roban a sus clientes, no obstante, todo se tuerce cuando hace aparición una pareja de policías. Se inicia un tiroteo y los dos policías mueren junto con un componente de la banda. Los tres pandilleros que quedan -dos hombres y una mujer- terminan asesinando a sangre fría a todos los clientes del bar y huyen tomando a una pareja como rehenes.

Al no poder continuar la marcha con el coche de la pareja secuestrada, se dirigen a pie hasta la única casa que encuentran en mitad de la nada. Allí, matan a un perro a palos y queman la casa con una anciana y un niño en su interior. Justo antes de morir, la anciana hace una especie de pacto con Satán con la intención de cobrarse venganza.

El grupo de forajidos-quinquis roban el coche de la casa que acaban de asaltar, pero solo llegan a una aldea abandonada no muy lejos. Allí, se alojan en la iglesia durante un par de días y es donde comenzarán a suceder extraños sucesos sobrenaturales. Una maldición parece haber caído sobre ellos, por otro lado, sin duda merecida.

Entre visión y visión, la mujer que va como rehén -que se enamora del líder de la banda- baja a las catacumbas en solitario, y es en ese lugar donde varios muertos cobran vida para asesinarla. El resto del grupo va muriendo por obra de los fantasmas del perro y del niño que anteriormente asesinaron brutalmente. Finalmente, la anciana hace aparición en la iglesia y cuando la ve, a la mujer pandillera -la única con vida- le empiezan a sangrar los ojos y termina explotándole la cabeza, finalizando así su macabro plan de venganza post mórtem.

"Más allá del terror" es una extraña obra del cine de la transición española de los ochenta. Una pieza experimental, sombría y que desprende muy mala leche a la que no le falta de nada: Asesinatos violentos, satanismo, fantasma, un par de zombis, sexo, visiones, drogas... No obstante, este batiburrillo ni mucho menos acaba por convencer por su enorme falta de coherencia argumental, sus mediocres actuaciones y su interminable puesta en situación, ya que hasta que se intuye el "terror" ya ha pasado la mayoría de la filmación contándonos las andanzas de esta panda de malnacidos macarras.

De hecho, los muertos vivientes que podemos identificar en la grabación aparecen solo durante unos instantes cuando ya le quedan muy pocos minutos al largometraje. Estos muertos son habitualmente considerados como zombis -aunque alguna crítica duda si pueden ser momias- que se levantan de sus tumbas únicamente para matar a una joven y vuelven luego a su estado normal.

En definitiva, una auténtica locura con poco interés, con un guión pésimo, un ambiente psicotrónico, sus correspondientes tetas, apariciones fantasmales, algunos zombis que pasaban por allí y mucha violencia. Únicamente la recomendaría como curiosidad, aunque si bien es cierto que tiene unos pocos detalles y escenas bastante dignos.


Película completa:



Valoración:

jueves, 4 de septiembre de 2014

(2014) Dead Snow: Red vs. Dead. "Zombis nazis 2"

Dead Snow: Red vs. Dead, conocida en español como "Zombis nazis 2" y cuyo título original es "Død snø 2" es una película de zombis de producción noruega y estrenada en 2014 que es la continuación de la historia iniciada con la filmación "Zombis nazis" cinco años atrás. 

La película comienza haciendo un recordatorio de la primera entrega y continúa exactamente en el lugar donde la dejó. Martin, el único joven superviviente, se lleva sin querer una de las monedas del oro nazi que despertó a los zombis. A pesar de no tener uno de sus brazos, el joven logra deshacerse del líder nazi -denominado coronel Herzog- y emprende su huída en coche aunque al poco tiempo tiene un accidente. A pesar de haber recuperado la totalidad del tesoro, los zombis deciden completar la misión encomendada antes de su muerte: destruir una población cercana, para lo que necesitarán reclutar más efectivos.

Martin despierta en un hospital, encadenado a la cama y con vigilancia policial, ya que es acusado de asesinar brutalmente a sus amigos... obviamente nadie se cree lo de los zombis. Además, el médico le ha implantado al joven por error el brazo de Herzog, que lo perdió en su lucha con Martin en el coche, un brazo que parece tener vida propia -al menos hasta que empieza a controlarlo- y que nos dejará más de un momento cachondo. Por su lado, al líder zombi le colocan el brazo de Martin.

Nuestro protagonista logra escapar del hospital con la inestimable ayuda de su poderoso nuevo brazo. Mientras, los zombis nazis están haciendo su ejército más grande, matando a personas y luego reanimándolas por medio de la magia. Martin es perseguido por la policía, pero gracias a la intermediación de un joven -que acabará muy malparado- logra contactar con un "Escuadrón Zombi" que le ofrece su ayuda, trasladándose desde Estados Unidos a Noruega. No obstante, este escuadrón solo está compuesto por trés jóvenes frikis aficionados a las películas de muertos vivientes.

Los zombis nazis continúan decididos a completar su tarea de aniquilación, contando incluso con un tanque robado de un museo de la II Guerra Mundial. Martin y el "Escuadrón Zombi" piensan que la mejor forma de hacerles frente será reanimando -con la mediación del brazo maldito de Martin- a un pelotón ruso cuya misión precisamente era combatir a Herzog.

Efectivamente, en esta película podremos disfrutar de una épica y delirante batalla entre los zombis nazis del coronel Herzog y los zombis comunistas capitaneados por Martin... una auténtica locura que, a pesar de las dificultades, termina con la victoria de nuestro protagonista al eliminar al líder de los nazis y causando la muerte instantánea de todos sus secuaces al que se encontraban ligado.

La película concluye con Martin desenterrando a su novia asesinada en la primera entrega y reviviéndola con la ayuda de su brazo, unas imágenes entre romántica y cómicas que ponen el broche final a esta gamberrada llena de excesos.

"Zombis nazis 2" es una interesante apuesta que mezcla el humor negro, el gore y los zombis nazis inteligentes. Existen muchas diferencias con su antecesora de 2009, aunque sin duda la más llamativa para el espectador son los constantes momentos cómicos y absurdos que nos regala esta filmación... Un camionero intentando hacerle la respiración boca a boca a Herzog, la mano maldita que va a su rollo, el peculiar zombi que toman como ayudante o la policía flipando en colores son algunos de los instantes que mejor recuerdo me dejaron.

Esta filmación es un desmadre continuo adornada con muertes de lo más variopintas, mucha sangre, vísceras, vómitos y esos esputos negros que tanto les gustan a algunos directores, no apta, por lo tanto, para estómagos sensibles. Tampoco se le podría exigir demasiado a su absurdo argumento, que da para lo que da, para entretenerse un rato sin atisbo alguno de una mínima coherencia, aunque probablemente tampoco se haya buscado.

Uno de los aspectos más llamativos de esta historia es el enfoque de los zombis que se nos muestra, autodenominado innovador. Estos muertos vivientes son inteligentes, no muerden, utilizan armas, no contagian y no comen carne humana. En la película, el "Escuadrón Zombi" los califica como "zombis malditos" que se diferencian de los "clásicos" en que tienen un objetivo que pretenden conseguir, no dedicándose exclusivamente a alimentarse. Por otro lado, la única forma que tienen de expandirse es asesinando primero y luego Herzog los reanima con sus manos.

Desde luego que el tema de los zombis nazis es uno de los más recurrentes, apareciendo ya en numerosas películas del género, como "Ondas de choque" de 1979, "El lago de los muertos vivienes" de 1981, la saga "Outpost" de 2008 y 2012 o "La masacre de Town Creek" de 2009 solo por nombrar algunos, aunque si tenemos que citar otra película que nos recuerde esta, esa sin duda sería la gran "Braindead" de 1992 por el festival de muertes y gore sin vergüenza que nos ofrece.

En definitiva, una recomendable grabación que personalmete considero que supera a la primera parte mucho más seria, más austera y menos rompedora. Muchas muertes, mucho sarcasmo, burradas varias, asquerosidades a cascoporro y un enfoque del fenómeno zombi algo distinto a lo que estamos acostumbrados son los principales componentes de esta filmación con la que no deberíamos tener más expectativa que la de pasar un rato divertido.

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