domingo, 20 de septiembre de 2015

(1975) La cruz del diablo

La cruz del diablo es una película española estrenada en 1975 que está inspirada en las "Leyendas" del escritor Gustavo Adolfo Bécquer, al que por cierto nombran en numerosas ocasiones durante la filmación.

Alfred Dawson es un escritor londinense amante del quife que tiene continuados y extraños sueños con templarios que vuelven de la tumba para perseguir a una muchacha. María, su novia española -encarnada por Carmen Sevilla-, le anima a aprovechar ese mundo onírico para escribir una historia sobre el misterio de los antiguos cruzados. Alfred recibe una alarmante carta de su hermana, residente en Madrid, en la que le avisa de que ha tenido un aborto y que se encuentra sola y asustada. La pareja no tarda en emprender el camino hacia España. Cuando llegan a la mansión, Alfred y Carmen se encuentran con que la hermana ha muerto y que se está celebrando su velatorio. La versión oficial de lo sucedido es que un vagabundo atacó a la mujer y la asesinó al tratar de robarle las joyas. No obstante, Alfred no se fía desde el primer instante de las inconsistentes evidencias y sospecha de Enrique, el viudo de su hermana y de su siniestro ayudante, llamado César.

Según cuentan las historias del lugar, el primer día de noviembre los templarios salen de sus tumbas en el Monte de las Ánimas, en un sitio conocido como La Cruz del Diablo que precisamente fue donde la mujer fue asesinada. Alfred insiste en visitar al presunto asesino de su hermana, sin embargo, el reo supuestamente se suicida justo antes de que pueda verlo. Aunque para Enrique y César el caso está cerrado, Alfred no está nada convencido y le pide a su cuñado que le acompañe en un viaje hasta La Cruz del Diablo, a lo Enrique accede.

A la mañana siguiente, el coche de caballos inicia el camino con Alfred, María, Enrique y César en su interior. Como el trayecto es largo, el grupo pasa la noche en una posada. Allí, el escritor convence a una trabajadora para que le lleve a escondidas esa misma noche hasta La Cruz del Diablo. Una vez allí, Alfred es capaz de revivir el asesinato de su hermana y de ver que, efectivamente, no fue asaltada por ningún vagabundo. Cuando vuelven a la posada, un hombre enmascarado asesina a la joven, sin embargo, los viajeros parten por la mañana antes de que su cadáver sea descubierto.

De nuevo en el coche de caballos continúan la ruta, aunque por poco tiempo, ya que el carromato sufre un accidente, rompiéndose su eje trasero. María y el cochero vuelven para buscar ayuda, Alfred, Enrique y César piden cobijo esa noche en una extraña mansión regentada por un fantasmal hombre y su prima, quien les cuenta que los templarios muertos saldrán de sus tumbas al día siguiente y que no les aconseja ir hasta La Cruz del Diablo, pues a todos los que encuentren en su territorio los ejecutarán. La leyenda parece que se hace realidad y Beatriz -la prima- le dice a Alfred que está condenada eternamente a ser asesinada por los caballeros muertos y le pide que vaya hasta el monasterio donde se encuentran enterrados para liberarla y saber por fin toda la verdad.

Cuando el protagonista llega al monasterio -y como era de esperar-, César se descubre como el verdadero asesino de la hermana quien esperaba un hijo suyo y le había llevado hasta aquel lugar para mostrarle sus amigos, los templarios muertos que justamente vuelven a la vida al llegar las doce de la noche. Alfred, espada en mano, logra vencerlos a todos, mata a César y Beatriz es liberada para toda la eternidad. Finalmente, a la mañana siguiente, Alfred es detenido por la policía acusado por el asesinato de la muchacha de la posada, de Enrique y de César. El escritor es condenado a muerte, pero justamente antes de ser ejecutado le envía a María a Londres su último libro donde narra las leyendas de los templarios muertos.

"La cruz del diablo" es una película muy predecible y acartonada, pero que logra entretener al espectador durante la mayoría de su historia que pretende explotar el tema de los templarios zombis, una temática especialmente de moda en aquella época gracias a la tetralogía de Amando de Ossorio compuesta por "La noche del terror ciego" de 1972, "El ataque de los muertos sin ojos" de 1973, "El buque maldito" de 1974 y "La noche de las gaviotas" del mismo año 1975, por lo que la originalidad de su argumento no es que sea precisamente su mayor fuerte.

La filmación está repleta de rostros conocidos en el cine de la época, como Adolfo Marsillach, Emma Cohen, Fernando Sancho, Ramiro Oliveros, Mónica Randall o la mencionada anteriormente Carmen Sevilla, muy guapa sí, pero dejando muchísimo que desear como actriz. Dirigida por el mismo director de "La plaga de los zombies" -John Gilling- de 1966, nos cuenta una historia simple, pero bien narrada en líneas generales, introduciendo acertadamente fragmentos de las leyendas durante su desarrollo, aunque con un tramo final que se percibe como excesivamente precipitado.

Los templarios muertos solo aparecen durante los minutos finales de la filmación, dándoles poca importancia real en la historia y caracterizados pobremente con máscaras de carnaval. Sin duda, se les podría haber sacado mucho más provecho a estos personajes. Por su contra, la ambientación victoriana de la obra en general, aunque sin grandes alardes, sí que es más creíble.

En definitiva, una película que hace apología de la obra de Bécquer, con algo de misterio y muchos actores reconocibles que sin ser nada excepcional ni innovador, logra mantener la atención durante la mayoría del tiempo de esta producción española muy poco conocida y difundida -de hecho, ni rastro de alguna escena en YouTube-. A pesar de sus limitaciones, merece la pena echarle un ojo, aunque sea por curiosidad.

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