domingo, 9 de marzo de 2014

(2012) Resident Evil 5: Venganza

Resident Evil 5: Venganza es la quinta película de la saga de adaptaciones de este videojuego de Capcom a la gran pantalla tras "Resident Evil"de 2002, "Resident Evil 2: Apocalipsis" de 2004, "Resident Evil 3: Extinción" de 2007 y "Resident Evil 4: Ultratumba" de 2010. Su título original es "Resident Evil: Retribution" y está producida de forma compartida entre Alemania, Francia, Estados Unidos y Canadá.

Como también sucedía en los casos anteriores, esta película retoma la historia justo en el lugar donde la dejó su predecesora. Una flota de helicópteros de Umbrella ataca el barco Arcadia en el que Alice intentaba recoger a los supervivientes de la epidemia de virus T que asola el mundo. Con unas espectaculares escenas en cámara lenta, comprobamos como la esperanza se disuelve y el barco acaba destruido. Justo a continuación se nos ofrecen imágenes de lo que parece una vida paralela de Alice, casada en ese mundo con Carlos -que murió en la tercera parte- con el que tiene una hija sorda, el día del comienzo de la infección.

Posteriormente vemos a la verdadera Alice despertar en unas instalaciones de Umbrella en la Antártida, siendo interrogada y torturada. De repente el sistema de seguridad se desconecta y permite a nuestra protagonista huir de allí, internándose por el recinto y llegando, sorprendemente, a lo que parece ser la ciudad de Tokio donde se repite la misma escena con la que se abría la cuarta película, pero ahora con Alice de por medio. Cuando logra avanzar, llega hasta el vestíbulo del recinto donde Albert Wesker aparece en un monitor y le explica lo que está sucediendo. La cuestión es que aquel lugar es capaz de simular el inicio de la infección del virus T a través de la recreación en distintas ciudades de lo que sucedería en una secuencia informatizada protagonizada por clones de personas y muertos vivientes reales. También le dice que ya no trabaja para Umbrella y que pretende rescatarla ya que ahora tiene el control de todo  aquello la Reina Roja -la supercomputadora representada con un holograma de niña que ya apareciera controlando las instaciones de La Colmena en la película original de 2002-.

Al poco tiempo llega hasta el lugar un grupo especial que pretende rescatar a Alice de aquel lugar inexpugnable y destruirlo de paso. A partir de aquí nuestra protagonista -acompañada por Ada Wong- por un lado y el equipo especial por otro, tendrán que pasar por medio de las simulaciones en las ciudades de Nueva York, Moscú y la propia Raccoon City, apareciendo en escena un par de Verdugos e incluso zombis con metralletas y vehículos de guerra a lo "zombis nazis" hasta que por fin se encuentran. Por el camino Alice se lleva con ella a la hija sorda de la que era realmente su clon, ya que lo que vimos al comienzo era una de las simulaciones -en este caso en Raccoon City- y pasó realmente, aunque es cierto que con clones de otras personas, como la propia Alice.

Nuestro grupo de protagonista sigue luchando contra zombis, licker y todo lo que se cruza por su camino hasta que finalmente logran escapar de allí y las instalaciones son completamente destruidas. La película concluye con Alice llegando a la Casa Blanca donde le espera Wesker que le explica que está reuniendo a los últimos supervivientes para librar la batalla final contra los miles de zombis, mutantes de todo tipo y la mismísima Reina Roja que se ha propuesto destruir cualquier señal de humanidad de la faz de la tierra.

"Resident Evil 5: Venganza" es una película que sigue en la línea de sus antecesoras, con una predominancia de la forma sobre el fondo, que ya ciertamente puede empezar a cansar. Nuevamente estamos ante un trabajo con unos magníficos efectos especiales y una fotografía muy espectacular, que además, vuelve a explotar de forma muy convincente -como también ocurriera con sus dos últimas entregas- el aspecto del 3D. Eso es cierto, y no creo que nadie lo pueda discutir. No obstante, el tema de los clones a gogó y los mundos recreados de esta nueva entrega, parecen un intento demasiado descarado ya de alargar esta saga hasta el infinito si es necesario, dándole al espectador una y otra vez lo mismo: acción y más acción sin prácticamente ningún pilar argumental.

Efectivamente, en esta ocasión la historia se empieza a enrevesar de tal manera que entre disparos, mutantes y patadas parece invitar a relajarnos definitivamente y dejarnos llevar con los efectos visuales. La coherencia aquí desaparece totalmente del mapa, con saltos y chapuzas argumentales que en esta ocasión se tratan de tapar no solo con los mencionados efectos, sino con la aparición de numerosas caras conocidas de personajes de las anteriores entregas aprovechando el rollo de los clones infinitos.

Respecto a los muertos vivientes, se confirma lo que ya comentamos respecto a la cuarta parte, quedando definitivamente relegados a un segundo plano en favor de los distintos mutantes y monstruos que van apareciendo como peligro reales para nuestros protagonistas hartos ya de matar a zombis corrientes.

En definitiva, un nuevo inento -que se va percibiendo como desesperado- por alargar la historia que desde mi punto de vista va perdiendo sentido a pasos agigantados desde la tercera parte. De nuevo lo más significativo son sus efectos, su ambientación y su fotografía y, de nuevo también, el guión se va hundiendo en un pozo del que no se sabe si podrá escapar en esta saga que amenaza con ser eterna. En esta ocasión, por lo exasperante de esta fórmula más que nada, bajamos un poco la puntuación.

Trailer:


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