(1971) Isle of the Snake People

Isle of the Snake People es una película protagonizada por el mítico Boris Karloff coproducida entre México y Estados Unidos y estrenada en 1971. Estra grabación también es conocida por numerosas denominaciones, tanto en inglés como en español, como por ejemplo: "La muerte viviente" -siendo este al parecer su título original-, "Cult of the dead", "Isla de los muertos", "Vudú mortal" o "Snake people".

La historia se centra en una pequeña isla perdida donde se practica con total normalidad el vudú y la magia negra. Para acabar con esta situación e imponer la fuerza de la ley, llega a la isla el capitán Labesch, un recto militar cuyo único objetivo es acabar con esas prácticas que considera supercherías de salvajes. Junto al capitán llega una joven que es la sobrina del terrateniente de aquel lugar -Boris Karloff- quien precisamente advierte al capitán de que lo mejor será que no moleste a los habitantes de esa isla y les deje seguir con su cultura y sus ritos.

Al sentirse amenazados, la poderosa bruja que baila con las serpientes -llamada Kalea- convierte a varias mujeres del lugar en zombis antropófagas que se encargan, junto con el resto de seguidores del Barón Samedi, de ponerles las cosas muy difíciles a los soldados, de hecho se comen a varios de ellos. No obstante, Labesch cada vez está más obsesionado con aquello y se lo toma como algo personal. La narración continúa entre visiones y sueños provocados por las pócimas utilizadas en el vudú, junto con larguísimos bailes con serpientes de Kalea que sin duda acaban por aburrir.

Total, que la sobrina del terrateniente es secuestrada para convertirse en un sacrificio humano para el misterioso Damballa, el líder de todo aquello. Para impedirlo, el capitán Labesch y su oficial se infiltran a la desesperada en una de las ceremonias para pillarlos in fraganti y detener a los responsables. Finalmente logran interrumpir la ceremonia, la joven logra escapar con el oficial, se "descubre" -¡oh sorpresa!- que Damballa es realmente el terrateniente y Labesch termina fuera de sí a causa de la brujería tirándose al fuego, haciendo explotar un cinturón de dinamita que tenía en la cintura pero que nadie sabía, provocando que todo aquello terminara saltando por los aires.

"Isle of the Snake People" es una película cuyo único interés es poder observar una vez más a Boris Karloff, casi todo lo demás, es difícil de salvar. De hecho, se podría haber dejado la imagen de este gran actor durante la hora y media que dura esta filmación y el efecto habría sido el mismo.

Es una historia que pretende explorar la religión de vudú aportando numerosos nombres de loas o espíritus que se han encarnado en los protagonistas. También se tienen en cuenta el resto de elementos típicos como los ritos musicales -en ese caso más absurdos y largos que nunca- o las plantaciones con esclavos zombis -al menos se nombra-. No obstante, por lo que realmente destaca la película es por estar plagada de interminables y soporíferas escenas que además de paranoicas, son intrascendentes para el argumento. Por su parte, los actores son insufribles en su mayoría, la fotografía muy movida y sin sentido alguno, la ambientación muy poco creíble y el guión muy, muy flojito.

Volviendo al único punto de interés, Boris Karloff, se ha de mencionar que, obviamente, esta película fue grabada anteriormente a su muerte en febrero de 1969 por lo que se puede considerar todo un homenaje póstumo a este actor, como también se evidencia con su fotografía al comienzo y al final del metraje. Ciertamente se ha de avisar que Karloff no sale demasiado en la película, y cuando lo hace, no puede disimular que en ese momento ya estaba en el ocaso de su vida. Sin duda será más recordado por otros títulos relacionados con los muertos vivientes como "The walking dead" de 1936 e incluso "La venganza del ahorcado" de 1939. También es destacable que la filmación se rodó antes de que apareciera la obra que lo cambió todo, "La noche de los muertos vivientes", por lo que incluso en su estreno, el tema del vudú como tal ya tenía resultar bastante añejo.

Respecto a los zombis, aparecen poco y tienen una apariencia prácticamente normal, siendo en su mayoría mujeres y como siempre en estos casos, siguiendo las órdenes del hechicero de turno. Quizá destaca que se introduzca el tema de comer carne en este tipo de historias, aunque lo que más puede sorprender es la relación que llevan una muchacha zombi -con cuyo levantamiento se inicia la filmación- y el capataz de la plantación.

En defnitiva, una película prescindible que mejoraría bastante si se le quitara al menos media hora de bailes de Tongolele con serpientes y escenas oníricas varias que mi pegan ni llegan. Un homenaje mejorable al gran Karloff con el que, ya de paso, intentan rentabilizar al máximo sus contadas apariciones. Interesante como curiosidad o para completar la obra del mencionado Karloff.

Película completa (VOSE):

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