lunes, 31 de marzo de 2014

(1972) Ni el mar ni la arena

Ni el mar ni la arena es una película producida en el Reino Unido en 1972. Su título original es "Neither the sea nor the sand", basada en la novela homónima, también fue conocida en los Estados Unidos con la denominación "The exorcism of Hugh".

Anna es una mujer casada que está pasando unos días de vacaciones sola en la isla de Jersey, en el Canal de la Mancha. En aquel lugar conoce a Hugh, un habitante de toda la vida de aquel lugar con el que pasa unos días inolvidables. Tanto es así, que Anna decide abandonar a su marido en la distancia y quedarse a vivir su historia de amor con Hugh. Como parte de su idílica relación, la pareja de enamorados decide ir a visitar Escocia, sin embargo, lo que debía ser un viaje de placer termina convirtiéndose en una pesadilla ya que Hugh sufre un repentino ataque al corazón mientras jugueteaba con Anna por la playa y muere de forma prácticamente instantánea.

Ella y el cadáver de Hugh se alojan en el hogar de una familia autóctona a la espera de que llegue la mañana para arreglar todas las cuestiones legales. Anna está desconsolada, no deja de darle vueltas a la cabeza con lo sucedido y con la promesa que le hizo Hugh de que nunca le abandonaría. De repente, en mitad de la noche se oyen unos pasos... efectivamente, Hugh ha vuelto de entre los muertos. Su cuerpo está frío, se mueve lentamente, no habla y apenas puede comprender.

Consciente de la situación extraordinaria y recelosa porque vuelvan a separarlos, Anna decide llevarse a Hugh de vuelta a Jersey. De nuevo en su casa natal, el hermano de Hugh considera que el cuerpo muerto de Hugh ha sido poseído por un demonio y corre a llevarlo ante un sacerdote, sin embargo, el zombi provoca un accidente durante el trayecto para quitarse de en medio la molestia de su entrometido hermano. Por cierto, en estos momentos Anna se da cuenta de que puede comunicarse mentalmente con su pareja.

Anna quiere pasar toda la vida con su amado muerto viviente encerrados en su casa y ocultando a Hugh de propios y extraños, pero la situación se va agravando porque el muerto percibe que se le está acabando el tiempo y cada vez se encuentra más descompuesto. Hugh pide a Anna que se vaya con él "al otro lado". Anna quiere vivir, pero termina cediendo y ambos enamorados se sumergen de la mano en las aguas de Jersey... y es que ni el mar ni la arena pudo romper su amor.

"Ni el mar ni la arena" es una película curiosa y bastante desconocida que nos presenta una historia de amor que pretende resistir incluso a la muerte. Interesante lectura del fenómeno zombi que, aunque actualmente pueda verse como algo más o menos habitual, se aleja bastante de los cánones de las grabaciones sobre muertos vivientes de esta época.

No obstante, este drama aparece plagado de escenas largas e intrascendente, con una narración lenta en general y con saltos argumentales. En su primera parte se centra exclusivamente en mostrarnos lo ideal que es la relación entre Hugh y Anna, corriendo de acá para allá y disfrutando de la vida en todos los sentidos. Esta primera fase de la filmación se puede llegar hacer bastante pesada, aunque ciertamente mejora a raíz de la muerte de nuestro protagonista. También podemos destacar negativamente su desquiciante acompañamiento musical.

Aquí el muerto viviente que protagoniza la historia es bastante peculiar. No sabemos exactamente qué hizo levantarse al cadáver, aunque se supone que sería -como en otras ocasiones- "la fuerza del amor" o la magia de no partir una promesa. Sea como fuere, este zombi es casi un vegetal, se le puede llevar de un lado para otro sin dificultad, hace caso y hasta se queda sentadito. Lo único malo es que se está pudriendo y que asesina a su hermano, pero eso de comunicarse con Anna mentalmente es lo que más diferencia a este muerto revivido de otros muchos que hemos visto.

En definitiva, un largometraje que puede ser apreciado como rareza, por su original planteamiento y su creíble ambientación, pero que puede terminar aburriendo por lo largo y repetitiva de algunas de sus escenas. Una historia sencilla, fácil de seguir que nos plantea hasta donde pueden llegar las personas por amor, aunque como dice la canción lo de esa muchacha más que amor termina pareciendo obsesión. Me recordó la historia -salvando las cientos y evidentes diferencias- a la más actual "Zombie honeymoon" de 2004. Para que luego digan que no hay producciones amor con muertos vivientes de por medio.

Trailer (en italiano):


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