Dos jóvenes parejas se encuentran en las Islas Caimán para pasar unos días de descanso y asistir al concierto de su grupo de heavy metal favorito. Mientras, las noticias en la televisión informan sobre un trasatlántico que ha desaparecido misteriosamente en el Triángulo de las Bermudas con numerosos pasajeros. Sin saber muy bien cómo, el barco aparece en las costas de las propias Islas Caimán, al principio no le dan demasiada importancia, pero al poco tiempo comprueban que los cientos de personas que viajaban a bordo son ahora muertos vivientes que empiezan a llegar a las playas de aquel lugar.
Posteriormente la filmación nos ofrece diversas escenas, en forma de gags, de los zombis de vacaciones en las Islas Caimán... sí, sí... estos ridículos zombis beben cerveza, fuman, se van de cena, tiene su propio programa de televisión e incluso su propio idioma. Paralelamente nuestros protagonistas intentan resistir en el pub Driftwood -donde se iba a realizar el concierto- el ataque de estos deprimentes muertos vivientes. Todo esto adornado por algunas piezas de buen heavy metal.
Total, que cosa rídicula para arriba, otro gags sin sentido para abajo y otra cancioncita de heavy por enmedio, los protagonistas, a pesar de algunas bajas, logran resistir en el pub y los zombis, aunque incluso llegan a aprobar algunas leyes que prohiben su matanza (pufff!) terminan siendo detenidos por la policía yo que sé por qué y afortunadamente la película llega a su fin.
"Zombie Driftwood" es una pésima e incluso por momentos deprimente filmación que intenta hacer reír con diversos sketch protagonizados por muertos vivientes, pero que en el mejor de los casos podrá provocar una leve sonrisa en el espectador y la mayoría de las veces vergüenza ajena por lo absurdo, manido y repetitivo de este intento de comedia zombi -por cierto, a quien corresponda, que por favor dejen de hacer la broma de que a los muertos vivientes se les cae el pene con facilidad, porque ya cansa-.
Como único aspecto positivo que podríamos destacar sería las diversas canciones de heavy metal que suenan a lo largo de la película -eso sí, siempre que guste este tipo de música, claro-, lo demás, sinceramente, no hay por donde agarrarlo. Malos actores, argumento cero, efectos irrisorios, situaciones absurdas y más pena que comedia en este trabajo cuya única satisfacción de verla es poder ponerla luego a caldo de lo malísima que es.
En definitiva, una película prescindible y nada recomendable sobre unos muertos vivientes de vacaciones en las Islas Caimán. Un argumento con un inicio algo prometedor pero cuyo despropósito de guión pronto se encarga de echar por tierra. Un trabajo con un aspecto totalmente amateur y cuyo bajo presupuesto no le puede excusar este pésimo producto final. Mencionar por último que puede recordar, por la temática y la aparición de un absurdo Hitler, a "Hard Rock Zombies" de 1985 e igualmente mala. Una pérdida de tiempo sin más.
Trailer (en inglés):
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