La historia nos narra la obsesión enfermiza de un policía que arresta a muchachas jóvenes sin motivo aparente, las lleva a un almacén de muebles y las asesina. Esto lo hace con total impunidad de sus superiores, antiguos compañeros del ejército. Este asesino en serie, gravemente trastornado por una infancia y una madre que le maltrataba y que le ha dejado totalmente traumatizado, siempre utiliza el mismo "modus operandi", a saber, para a una joven que vaya conduciendo, la detiene, la lleva al almacén donde les inyecta sustancias mortales, para posteriormente meterla en una funda y enterrarla donde puede.
Un joven policía, compañero del asesino, empieza a sospechar -obviamente- del extraño comportamiento del policía psicópata. De esta forma, se decide a denunciarlo, aunque no logra nada de sus superiores, ya que ellos están al tanto de la actividad de este asesino y lo encubren sistemáticamente.
No obstante, la suerte del policía cambiará a raíz de un día que decide arrestar y matar a una joven rumana que ha sido protegida por una brujería vudú. Al poco tiempo de ser enterrada, la joven revive como una zombi de entre los muertos y no lo hace sola, sino que las últimas mujeres que ha asesinado también resucitan con ganas de venganza.
Es aquí cuando la película nos brinda los momentos más ridículos y desesperantes de la grabación, con un grupo de mujeres zombis que hablan y razonan, lamentablemente caracterizadas (simplemente con una sombra de ojos), con unas escenas "gores" nefastas y una incomprensible musiquilla discotequera acompañando los pocos ataques mortales a varios pobres desafortunados.
Las muertas vivientes se reúnen en torno a sus brujas, las cuales les prepara para llevar a cabo su venganza contra el policía que las asesinó. Paralelamente, asuntos internos comienza a investigar al policía, encontrando indicios claros de desequilibrio mental y obligándolo a recibir terapia con un todavía más desequilibrado y extraño psiquiatra.
Finalmente, las zombis ejecutan su venganza y se comen al policía, arrojando sus restos al mar. Sin embargo, las brujas les alertan de que no deberían haberlo mordido pues se convertirá también en zombi. La película termina con imágenes de las zombis integradas en la sociedad -ya que ese era su deseo- como policías del distrito y el psicópata saliendo del mar convertido en un zombi y con su cuerpo -¡oh sorpresa!- en perfectas condiciones.
"Zombie nation" es una película realmente mala e incluso deprimente. Existen películas amateurs con más calidad de grabación, menos fallos y más coherencia en las historia. Con muchas escenas incomprensibles e innecesaria, unos decorados lamentables y unas actuaciones paupérrimas de sus protagonistas.
Los zombis en esta ocasión vuelven a la vida por rituales de magia negra, sin embargo, lo hacen sin ningún deterioro -aunque al parecer depende de quién las mire las ve de una u otra forma- y con mucha vida interior, ya que no solo se plantean ser los ángeles de la guarda de sus familiares, sino que incluso hablan de crear una nación zombi (de ahí suponemos que vendrá su título), convertidas todas en una super pandilla de amiguitas.
En definitiva, una película más que prescindible, una historia sin mucho sentido y con demasiados fallos, una fotografía inexistente y unos efectos especiales simplemente ridículos. Con toda la razón, una de las películas peor valoradas de la historia, ya que es prácticamente imposible destacar algún aspecto positivo de ella. Solo recomendable como curiosidad, para despellejarla o como martirio chino.
Trailer (en inglés):
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