miércoles, 30 de octubre de 2013

(2003) Dead clowns

Dead clowns es una película de bajo presupuesto de producción estadounidense rodada en 2003, aunque también es fechada en 2004, donde los protagonistas son unos payasos que vuelven a la vida con ganas de sangre.

La historia nos sitúa en la ciudad de Port Emmett, un lugar con un oscuro pasado que está a punto de sufrir los efectos de un huracán. Según nos cuentan, hace cincuenta años el tren de un circo se precipitó hacia las aguas del lugar después de que el puente por donde pasaba se viniera abajo. El vagón donde viajaban los payasos nunca se recuperó por motivos logísticos y sobre todo, económicos, dejando para siempre enterrados en el lodo a estos anónimos payasos y quedando en el pueblo como su gran secreto vergonzoso que era mejor ocultar.

La película se centra sin demasiado detalle en varios habitantes del lugar aquella noche del huracán, esa misma noche en la que los payasos vuelven a la vida desde las profundidades para cobrarse venganza por el olvido y la deshonra que han sufrido. De esta forma, y como si fueran asesinos en serie, van apareciendo en las casas de nuestros desafotunados protagonistas con sus cuerpos podridos por el tiempo pero con sus ropajes extrañamente impolutos.

Uno tras otro los habitantes van cayendo en las garras de estos payasos zombis cabreados porque pasaron de ellos como de la mierda. En un determinado momento a uno de los protagonistas se le ocurre que si les rinde algún tipo de homenaje, los muertos cesarán su matanza. Y efectivamente funciona..., pero solo por un tiempo, ya que la lluvia del huracán hace que se borre el cartel de recuerdo y los payasos terminan el trabajo que habían comenzado.

"Dead clowns" es una película que deja bastante que desear en muchos aspectos, pero que sobre todo destaca por su inexistente guión, incapaz de dar un mínimo de sentido a la trama, de transmitir algo con los personajes o las situaciones... nada. Una narración totalmente plana y sin sentido que se basa exclusivamente en mostrar una serie de muertes gratuitas en forma de venganza y punto. Ni los personajes ni sus historias importan lo más mínimo aquí.

Dejando de lado los fallos e incoherencias del guión, también podemos resaltar que sus efectos especiales y su ambientación son bastante cutres, que los actores son aficionados y que lo único que prácticamente se puede salvar son algunas escenas gores, con un aspecto bastante artesanal, sobre todo en el último tramo de la filmación, el resto, todo bastante mejorable -bueno, el cartel tampoco está mal-.

Los muertos vivientes en esta ocasión aparecen con toda la cara deformada de formas varias pero con una caracterización que no siempre acaba de convencer. En un principio, estos payasos se comportan más como asesinos en plan "Viernes 13" cuchillos en mano, aunque poco a poco van pegando mordiscos hasta terminar dándose un festín de miembros amputados y vísceras.

En definitiva, una película que es un quiero y no puedo, con una buena idea en potencia transformada en un producto sin interés y que en ningún momento acaba de explotar el miedo popular a la figura de los payasos.  Muy poco recomendable.

Trailer (en inglés):


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