jueves, 12 de abril de 2012

(1988) El regreso de los muertos vivientes 2

El regreso de los muertos vivientes 2 es una película estadounidense de 1988, secuela de la clásica "El regreso de los muertos vivientes" grabada tres años antes. El título original del film es "Return of the Living Dead Part II" y en España también es conocida como "La divertida noche de los zombies".

En esta ocasión, la historia comienza con el traslado de los bidones de la sustancia "Trioxin" por parte de una caravana militar. Como era de esperar, uno de los bidones termina en el río de un pequeño pueblo. El barril lo abren dos jóvenes gamberretes de la zona y el gas tóxico reanimador de muertos los intoxica y contamina el cementerio cercano, filtrándose (como en la película anterior) gracias a la lluvia y produciendo el levantamiento de los muertos, aunque de forma mucho más controlada y menos espectacular que en la primera parte, aunque con muchas más notas de humor.

Una posible novedad es que el protanonista es un niño pequeño, de unos 10 años aproximadamente. Este chaval, junto a su hermana y otro joven que estaba en su casa, le hacen frente a los muertos vivientes. A ellos se les unirán momentaneamente dos pillos roba cadáveres y la novia de uno de ellos, que se encontraban en el cementerio y están también intoxicados.

Una curiosidad es que precisamente, esos dos actores son los mismos que protanonizaron en la primera parte la fuga en la empresa de suministros médicos (el aprendiz y el encargado). En esta ocasión, interpretando dos papeles totalmente distintos, se hace un guiño cuando el más joven afirma que todo esto ya lo ha vivido, que había soñado que los muertos se levantaban y que el otro hombre también estaba allí. Los dos personajes terminarán, al igual como en la primera película, comvertidos en zombis por la infección.

El niño, su hermana y el joven (que tendrá la típica tensión sexual con la hermana) logran huir, junto con el médico del pueblo y empiezan a deambular por una ciudad que ya ha sido desalojada por las autoridades militares. Es más, al intentar huir, son los propios militares los que les disparan al confundirlos con zombis (sí, en esta película los zombis aparecen conduciendo un coche). Finalmente, el grupo tiende una emboscada a los muertos vivientes en una central eléctrica y logran electrocutarlos a todos a lo "Tiburón".

La película es evidentemente menos fresca e innovadora que su predecesora. Los zombis aquí continúan pudiendo hablar y sin que los detenga un tiro en la cabeza. En esta película además, son los propios muertos vivientes, bastante bien conseguidos, los que aportan las notas de humor, algo que provoca situaciones muy entretenidas.

En definitiva, la historia en esta secuela se ha convertido en una comedia de aventuras adolescente con zombis cachondos de por medio. No está mal para echar un buen rato, aunque no debemos esperar nada demasiado rompedor ni innovador.

Película completa:


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