sábado, 20 de septiembre de 2014

(1974) El pantano de los cuervos

El pantano de los cuervos en una coproducción hispano ecuatoriana rodada en 1974 que nos narra los oscuros experimentos de un médico que considera que la muerte es un proceso reversible.

El Dr. Frosta es un médico sin escrúpulos que ya ha sido expulsado de varios hospitales europeos al descubrir que realizaba investigaciones para devolver a la vida a los cadáveres recientes. El doctor se asienta ahora en un lugar pantanoso de la selva de Ecuador acompañado por uno de los pocos muertos que ha podido revivir con su suero rojizo que hace las veces de zombi-esclavo-sirviente-ayudante.

En la actualidad, trabaja desde hace poco en un laboratorio ecuatoriano de donde consigue todo lo necesario para continuar con sus oscuros experimentos. También ha comenzado una relación con una mujer que, sin embargo, le confiesa que debido a su fría y enigmática personalidad ha comenzado a tenerle miedo, deseando rompercon él y volver con su ex novio, un cantante que nos "regalará" más de una canción durante el metraje.

El Dr. Frosta continúa con su investigación, tirando a la zona pantanosa cercana a su vivienda los cadáveres que no logra reanimar, es decir, casi todos. El lugar está habitado por abundantes buitres -no cuervos- que se nos muestran en pantalla como un imagen muy recurrente durante toda la filmación. No obstante, la policía ha comenzado a investigar varios trozos de cuerpos humanos que han aparecido en la ciudad y empiezan a seguirle la pista.

El médico secuestra a su amada en el aeropuerto justo antes de que se fugara con su ex y se la lleva a su choza en la selva. La policía ha estrechado el cerco sobre el Dr. Frosta y el cantante va directamente a la casa del doctor a pedirle explicaciones y se enzarzan en una lucha que terminará con la choza en llamas, pero con el médico vivo y pudiendo escapar después de simular su propia muerte. Su amada logró despertar, pero tras el incendio volvió a morir. 

La película concluye con el peculiar detective que llevaba el caso dando captura al Dr. Frosta mientras impartía clases en un centro médico en otra parte del mundo y justo cuando ya había engatusado a una joven para llevársela a su casa. Las últimas imágenes son para el "apoteósico" poema final donde termina dicendo el protagonista "... y el cuervo respondió nunca más, nunca más" -quizá el cuervo se refería a volver a ver esta filmación-.

 "El pantano de los cuervos" es una película experimental, con escenas extrañas y estrambóticas sumergidas en una estética setentera a tope y con un cacao de registros -amor, humor, terror, musical, misterio- que desconcierta por lo inconexo y mal llevado del intento. Protagonizada por un inexpresivo Ramiro Oliveros, tiene una ambientación que no acaba de convencer y un acompañamiento musical que es un auténtico cachondeo, colocando piezas alegres y joviales en mitad de escenas con un clima oscuro y sombrío.

Por otro lado, podemos destacar que puede llegar a ser desesperante por lo repetitivo de algunas secuencias y realmente sorprendente cuando vemos a un policía comienzo huevos con patatas tranquilamente con una mano amputada y putrefacta de un leproso junto a su plato (se puede ver en el fragmento de más abajo), o la polémica escena de una autopsia de la que corre el rumor -totalmente fundamentado- de que es a un cadáver real (yo la apoyo sin dudar).

La historia en sí no está nada mal teniendo la época en la que se grabó, aunque evidentemente se le podría haber sacado muchísimo más jugo, recordando irremediablemente a la posterior y más conocida "Re-Animator" de 1985, ambas con científicos locos que, jeringuilla en mano, pretenden desesperadamente conseguir que sus investigaciones para volver los muertos a la vida lleguen a buen puerto.

Repecto a los zombis -más bien el zombi- que aparece en la grabación, el propio médico lo define como una planta que vegeta y obedece. Es el típico muerto con la voluntad anulada que le rinde pleitesía a la persona que lo revivió. En otras palabras, tal y como nos explica, aunque su cuerpo funciona, su cerebro no.

En definitiva, una película con muchas variaciones de registros, bastantes detalles cutres y un cóctel imposible que incluye romanticismo, fetos en formol, buitres en vez de cuervos, un poquito de necrofilia, bailes, tinieblas, poesía, asesinatos, experimentos, etc, etc. Una auténtica rareza que hay que ver, por lo menos por curiosidad.

Clip:


Valoración:

No hay comentarios:

Publicar un comentario