sábado, 20 de septiembre de 2014

(1990) Los ojos del diablo

Los ojos del diablo es una película estadounidense que adapta a la gran pantalla dos relatos del escritor Edgar Allan Poe. Filmada en 1990 y conocida originalmente como "Two evil eyes" está dirigida por George A. Romero y Dario Argento que ya trabajaron juntos en la magnífica grabación "El amanecer de los muertos" en 1978.

La primera de las historias es la dirigida por Romero, tiulada "La verdad sobre el caso del Sr. Valdemar" ("The Facts in the Case of M. Valdemar"), y donde podemos encontrar, como no podía ser de otra forma, a los muertos vivientes de la grabación.

El señor Valdemar es un ricachón moribundo que espera en la cama a que llegue su hora. Su mujer, que mantiene una relación con el médico que cuida al marido, tiene un plan para quedarse con todo su dinero. El médico utiliza técnicas de hipnosis con su paciente terminal para mitigar el intenso dolor, a la vez que le permite controlar la voluntar del propio Valdemar y así utilizarlo para firmar y decir todo aquello que su mujer quiere para llevar a cabo el premeditado robo.

No obstante, el señor Valdemar muere de forma sorpresiva estando bajo los efectos de la hipnosis. La mujer y su amante lo intentan ocultar porque de otra forma no podrían hacerse con el dinero. De esta forma, deciden introducir el cuerpo del hombre muerto en un congelador en el sótano de su casa.

Al poco tiempo, la pareja comienza a oír la voz del señor Valdemar que según parece todavía tiene conciencia allá donde esté. Debido a que estaba en estado de hipnosis cuando murío, afirma que su alma está viva en el absoluto vación con "otros" alrededor y clama porque el médico lo despierte de una vez, ya que al haber inducido la hipnosis él, es el único que puede hacerlo.

A punto de volverse loca, su mujer dispara al cuerpo inerte del marido en el congelador y pretende enterrar al señor Valdemar en el jardín para acabar con aquella voz. Cuando intenta deshacerse del cadáver, Valdemar se levanta, según dice tomado por los "otros", y se dirige hacia su mujer, que termina disparándose y muriendo. Finalmente, el médico cuando ve a Valdemar, lo despierta y el muerto vuelve a caer, no sin antes avisarle de que esos "otros" van a ir a por él.

El médico vuelve a su casa con el dinero de Valdemar y se autohipnotiza para poder dormir profundamente y así descansar, pero durante la noche, los "otros" lo matan clavándole el péndulo que utiliza para la hipnosis. Un tiempo después, y alertados por el mal olor, la policía encuentra al zombi del médico andando por su piso mientras se lamenta que a él nadie lo puede despertar.

Por otro lado, la segunda historia -que al no tener muertos vivientes de por medio repasamos más brevemente- se denomina "El gato negro" ("The Black Cat"). En este relato nos cuentan como un sádico y borracho fotógrafo profesional se obsesiona con un gato negro que adopta su mujer con la que tiene una relación tormentosa. El fotógrafo mata al gato y saca un libro con fotografías del macabro proceso que es la gota que colma el vaso para su pareja que decide abandonarlo. Otro gato llega a la casa y el fotógrafo pretende matarlo también, aunque su novia se mete por medio y acaba matándola a ella. Para que no lo descubran, empareda el cuerpo muerto y se inventa una historia. No obstante, la policía termina descubriendo el nicho de la muerta donde unos siniestros gatitos se comen el cadáver. El fotógrafo logra matar a los policías, pero termina ahorcado al tratar de huir de la casa mientras el gato negro lo mira.

"Los ojos del diablo", en términos generales, en una película con detalles en ambos relatos de mucho interés, aunque quizá se puede hacer algo larga (cada historia dura una hora) y lenta en algunos tramos, a la vez que se percibe una cierta pretensión en ambos directores de hacer sus grabaciones lo más personales y alejadas de los relatos de Allan Poe como les sea posible.

Claro ejemplo de lo que hemos dicho arriba lo tenemos en "La verdad sobre el caso del Sr. Valdemar", una historia con un comienzo prometedor, mostrándonos una visión de un cementerio mientras pasa un coche con una mujer y se muestra que está dirigida por George Romero... algo que a todos los aficionados a los zombis nos pone los pelos de punta. No obstante, la narración del relato se hace cansada en algunos momentos y el zombi final que incorpora de forma libre Romero nos muestra que realmente se quiso estirar demasiado el argumento, haciendo encajar sí o sí su estilo con el relato original de Edgar Allan Poe.

Como apuntamos al comienzo, es en el fragmento del Sr. Valdemar donde disfrutamos, no de un muerto viviente como originalmente lo escribió Poe, sino de dos. El primero mayormente confiesa que su cuerpo lo dirigen esos "otros" por lo que podría parecer más una posesión que un zombi, sin embargo en el segundo caso, parece más claro que es el propio muerto viviente quien habla y se mueve, aunque también influenciado por esos misteriosos "otros".

Por último, es necesario recordar que no es esta la primera adaptación de ambas historias de Allan Poe a la gran pantalla, ya que en 1962 se rodaron de forma más fiel a los relatos originales estas mismas historias junto con "Morella" en la recomendable filmación denominada "Historias de terror". Cabría mencionar que existe una tercera adaptación anterior en forma de producción argentina que se denomina "Obras maestras del terror" (1960) pero donde el cuerpo de Valdemar en ningún momento se levanta.

En definitiva, una película entretenida en general, aunque con momentos de excesos, donde se puede percibir claramente la impronta de los dos grandes directores que participan en ella. Una filmación trabajada y bien presentada que perfectamente podría haber tenido media hora menos de duración para hacerla más ágil.

Trailer (en inglés):


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