Un hombre llega hasta un misterioso y lúgubre pueblo británico de finales del S.XIX. Este hombre, Serge, se ha desplazado hasta allí para leer la herencia de su tío, un acaudalado conde. De camino a la casa de su tío, se encuentra con una muchacha ahorcada en un árbol, el hombre pide desesperadamente ayuda, pero ningún vecino del pueblo sale de su casa. Por fin, lo reciben en la que precisamente es la mansión de su tío, regentada ahora por su viuda.
Pronto descubriremos que la muchacha ahorcada resulta ser la hija del conde fallecido e hijastra de su viuda, es más, debido a esta repentina muerte, Serge se convierte en el heredero universal de su tío, para sorpresa y disgusto de su tía política.
A todo esto, la policía investiga este presunto asesinato, decantándose por señalar como principal sospechoso al extraño y siniestro enterrador -interpretado por Paul Naschy-, sin embargo y como comprobaremos posteriormente, no van demasiado encaminados. Por su parte, Serge también comienza a atar cabos. Las muertes se suceden en el entorno del conde y nada parece ser lo que realmente es. Serge se percata que en el cementerio están ocurriendo cosas muy raras y de que puede ser un lugar clave para desentrañar el misterio.
Complementariamente, el heredero es puesto al día sobre las actividades de un científico, al que financiaba su tío y que lleva a cabo investigaciones, ¡oh sorpresa!, sobre la vida y la muerte. La magia negra también está presente, ya que la viuda del difunto conde practica brujería y vudú con la intención de poder quedarse con las posesiones de su marido.
Finalmente se nos desvela el misterio de los asesinatos que han ido ocurriendo -incluyendo a la viuda-, se trata de que el científico está implantando una cápsula hipnótica a los muertos con la que reviven y ejecutan su voluntad, intentando conseguir con los asesinatos que no se retire la financiación de sus experimentos. El doctor terminará asesinado por sus zombis sin control, mientras que Serge logra deshacerse de los muertos vivientes mediante un incendio. Cuando todo parece que había acabado, la película concluye con inquietantes imágenes que denota que no todos los muertos vivientes terminaron calcinados.
"La orgía de los muertos" es una producción interesante, bastante digna y que mantiene la expectación, aún jugando con elementos muy justitos. La historia de misterio, que parece algo típica por momentos, es bastante llevadera, los actores no lo hacen nada mal y la ambientación está bien conseguida. Lo peor, que en ocasiones da la sensación de que no termina de explotar y varios detalles de machismo extremo.
En esta película, los muertos son revividos por métodos científicos, en este caso con la ayuda de implantes eléctricos en el cerebro, algo que les permite recobrar la movilidad, aunque sin embargo, y como gran curiosidad, no les permite ver ni hablar, en otras palabras, estos zombis son ciegos.
En definitiva, una entretenida película española de los 70 sobre muertos vivientes revividos por los experimentos del típico doctor loco, aunque con una destacable ambientación, con elementos de misterio y de brujería y los omnipresentes desnudos femeninos de esta época.
Trailer (en inglés):
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