La película comienza con imágenes de cuando Abraham era pequeño, entonces, en medio de una infección zombi en su localidad, su madre fue contagiada (con una caracterización idéntica a "la niña del exorcista"). El propio niño se encargó de decapitar a su protenitora con una guadaña, convirtiéndose desde entonces en su arma fetiche.
Después de esta introducción nos remontamos a 1863, cuando Lincoln ya es presidente y en pleno desarrollo de la guerra civil de los Estados Unidos. Abraham es avisado de que sólo ha vuelto un hombre vivo de una misión, retornando aparentemente enfermo, inquieto y desquiciado. Oliéndose lo peor, el presidente se dirige a visitar a este soldado, momento en el que muere y revive convertido en un zombi, ante lo que Lincoln saca su pedazo de guadaña extensible y le corta la cabeza. Después de este incidente, es consciente de la gravedad de la situación, en la que una plaga de muertos vivientes contagiosos y sanguinarios amenazan con extenderse por todo el territorio. Por ello, el presidente decide que deben ir hasta el fuerte donde sucedió todo para controlar la situación antes de que se les escape de las manos.
Para esta crucial misión se crea una unidad especial de doce hombres comandados por el propio Abraham Lincoln que de repente resulta ser treméndamente ágil. Cuando el grupo llega al fuerte en cuestión, no sólo es atacado por los confederados rebeldes que allí resisten, sino también por una docena de zombis. De los muertos vivientes logran deshacerse, aunque con algunas bajas. Respectos a los rebeldes, los hacen prisioneros.
Algunos hombres de la unidad, liderados de nuevo por Lincoln, deciden salir del fuerte hasta una ciudad cercana para pedir ayuda. Es en este momento cuando la película nos regala unas escenas realmente curiosas, y es que aquí los zombis duermen -de pie- y si no se hace ruido, pueden pasar como si nada, algo raro, raro. Pero lo más sorprendente es que ya en la ciudad, Abraham se reencuentra con un antigo amor ¡¡qué casualidad!!. Junto con ella, su hija y un niño pequeño vuelven al fuerte deshaciéndose de los zombis que salen a su paso.
Precisamente en una de sus absurdas incursiones en terreno zombi, el amor de Abraham traga sangre contaminada y enferma. A todo esto, la unidad decide que lo que deben hacer es cargarse a todos los muertos vivientes de la zona y poner fin a la infección. Y así comienzan su particular cruzada contra los zombis, con la heróica ayuda de los confederados incluída y teniendo que lidiar con la traición de un espía infiltrado en sus filas (en teoría, el asesino real del presidente).
Finalmente, los hombres del presidente logran su objetivo de erradicar a los muertos vivientes, o al menos aparentemente, ya que el propio Lincoln ha ocultado a su mujer amada zombi, financiando a un científico para que intente descubrir una posible cura. Sin embargo, la mujer araña a Abraham y la película concluye con el presidente contagiado.
"Abraham Lincoln vs. zombies" es una película mala, para qué andarse con rodeos. No obstante, es de esas películas tan malas, que incluso pueden llegar a ser divertidas para despellejarla. Las actuaciones dejan mucho que desear, la puesta en escena es por momentos ridículas, los efectos digitales no son nada del otro mundo y el tema de las localizaciones y la ambientación es muy limitado. Especial referencia se merecen las barbas y bigotes postizos de la caracterización de los personajes, simplemente irrisorios.
Realmente la película no empieza del todo mal, sin embargo, a medida que va transcurriendo la historia se va haciendo cada vez más aburrida y sin sentido. Además, es claramente una película extremadamente localista que rezuma patrioterismo americano con el fin último de ensalzar a este personaje histórico que quizá por estos lares nos diga muy poco.
Respecto a los zombis, es la típica película que muestra un comportamiento de los muertos vivientes muy irregular e incoherente, haciedo una cosa y la contraria dependiendo de lo que requiera el guión. El planteamiento es de infecciones repentinas, pero que no parecen muy difícil de controlar, incluso para los medios de la época. Y el tema de que duerman de pie y se despierten con el canto de un pollo, da que pensar.
En definitiva, una película sin mucho presupuesto, sin mucha consistencia y en general, sin mucho interés. Nos quedamos, eso sí, con el intento de realizar una película con una ambientación distinta, el aceptable papel del actor que hace de Lincoln y lo curioso de la guadaña extensible. Lo demás, bastante prescindible.
Trailer (en inglés):
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