domingo, 19 de julio de 2015

(2004) Bone Sickness

Bone Sickness es una película de zombis independiente y de bajo presupuesto producida en Estados Unidos en 2004 que destaca por ser una producción de ultragore con numerosas escenas extremadamente sangrientas y asquerosidades varias.

Kristen es una mujer que se dedica en cuerpo y alma a cuidar a su joven esposo Alex que tiene una extraña enfermedad degenerativa en los huesos que parece que pondrá fin su vida próximamente. Desesperada, Kristen le pide ayuda a Thomas, un amigo de la infancia de Alex que además está enamorado de ella.  Desahuciado por los médicos, la mujer plantea someter a su moribundo marido a algún tipo de tratamiento alternativo. Thomas parece que tiene la respuesta. Se le ocurre que si le da a su amigo trozos  humanos de carne y huesos, les supondrá un aporte extraordinario de nutrientes que le vendrán muy bien a su maltrecho organismo. Esta tarea no le es nada complicada a Thomas ya que trabaja en un cementerio con decenas de cuerpos muertos a su disposición.

A todo esto, extraños acontecimientos comienzan a ocurrir en torno de Alex, Thomas y Kristen hasta que culminan con el levantamiento de los muertos del cementerio del lugar. A partir de aquí, podemos presenciar una interminable matanza de los muertos vivientes que convierten en rico manjar a todas las personas que encuentran a su paso.

Después de mucha casquería, Alex -ya transformado en zombi- se venga personalmente de su amigo Thomas, acusándolo de suministrarle huesos y gusanos con la verdadera intención de acercarse a Kristen -muerta ya en esos momentos- y no para curarlo. Para ejecutar la venganza, Alex machaca -literalmente- el esqueleto de Thomas.

Cuando parecía que todo podía acabar, Alex, que volvía a su casa con el torso de su mujer en las manos, es capturado por un grupo de muertos vivientes liderados por unos goblins  -sí amigo, han leído bien- que están muy cabreados con él por haberles robado la comida. Para darle su merecido, le clavan a nuestro protagonista huesos por todo el cuerpo y finalmente se lo comen. Estos goblins deciden dejar a los muertos que sigan caminando por la tierra.

La historia concluye con imágenes de los zombis llegando a una gran ciudad sin que puedan ser contenidos, dando pie a pensar que el apocalipsis acaba de comenzar en una escenas finales más en la línea con el registro habitual de las producciones de muertos vivientes.

"Bone Sickness" es una película con mucha sangre, muchas vísceras, muchos gusanos y muchas otras cosas inidentificables, pero igualmente asquerosas, cuyo único objetivo es ofrecernos un festival gore sin que su argumento ni su calidad técnica le importen lo más mínimo a su creador Brian Paulin. De hecho, si nos centramos solo en su argumento, la producción no tendría que haber durado más de 15 minutos, por lo que los 80 minutos de más que tiene es simple relleno salpicado de sangre y bichos.

Insistimos pues en la idea de que, aunque tiene algunas escenas visualmente llamativas, es una producción con un argumento absurdo, con lagunas por todos lados, llena de escenas incomprensibles y un guion inexistente -de forma literal durante gran parte de la matanza-. Además, su fotografía es paupérrima, se hace un uso excesivo de la cámara lenta y su estética es totalmente amateur.

Por otro lado, las actuaciones de los protagonistas dejan bastante que desear, al igual como los efectos especiales y la caracterización de los muertos. Eso sí, como no podía ser de otra forma todas las mujeres que aparecen en pantalla lo hacen, en uno u otro momento, totalmente desnudas, completando así la gran fórmula basada en sangre y tetas para llamar la atención del espectador.

Respecto a los zombis, estos tienen una peculiar apariencia algo ochentera con muchas telas de araña y muy poca carne. Son muertos vivientes lentos que se dan un auténtico festín de carne fresca durante la filmación. Como el resto de elementos, no tienen demasiada coherencia ni razón de ser.

En definitiva, una película enfermiza, con escenas impactantes pero con una historia vacía sin ningún tipo de interés, por lo tanto, solo estaría recomendada para los amantes incondicionales del gore. De hecho, no exagero al decir que deberían abstenerse de verla los que tengan un estómago mínimamente sensible que les impida, por ejemplo, ver con naturalidad como un hombre vomita gusanos y otros bichos para luego volvérselos a comer. Por último, me gustaría comentar que soy de la opinión que las películas gore enganchan más con algo de humor y un mínimo argumento, dos cosas totalmente inexistentes en esta grabación .

Trailer (en alemán):


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