La filmación comienza con una imágenes introductorias situadas en 1985 en la localidad yugoslava de Pancevo. En aquel lugar se habían encontrado unos misteriosos esqueletos, un investigador que los manipulaba se cortó y sorprendentemente acabó muerto y luego reviviendo como un zombi furioso. Posteriormente nos trasladamos a nuestros días en aquella misma localidad, esta vez formando parte de la actual Serbia, donde se están realizando unos ejercicios militares de alto secreto. Un desgraciado accidente en la estación de trenes provoca un escape de gas tóxico de un vagón cisterna del ejército que mata a las personas y les devuelve a la vida como peligrosos muertos vivientes.
Paralelamente, en una prisión estatal cercana comienzan los preparativos del traslado de un particular preso hasta Belgrado en coche para llevarlo luego en avión hasta Londres. Dirige la misión Mina, una agente local que afronta su primer trabajo de campo. Le acompañarán dos veteranos agentes de la Interpol, entre el que destaca el agente Mortimer Reyes (Ken Foree), un antiguo miembro de la CIA, torturado por el pasado y a punto de jubilarse, que aportará su experiencia para cumplir con la tarea.
Cuando los coches que realizan el traslado del preso llega hasta Pancevo, la infección ya se ha comenzado a expandir y la caravana debe detenerse a causa del ataque de varios zombis. Algunos de los policías de la comitiva son mordidos, por lo que Mina y los dos miembros de la Interpol se dirigen a pie hasta una comisaría cercana junto con el preso que resulta ser un gran conocedor de lo que está sucediendo. Por el camino han mordido al compañero del agente Reyes y una vez en el recinto policial encuentran en los calabozos a cuatro supervivientes más.
Cuando el agente de la Interpol muere, Mortimer decide quitarle los grilletes al preso para que le ayude a conectar el generador de la comisaría, aunque cuando por fin lo hacen, algunas puertas eléctricas del recinto se abren y los zombis no tardan en entrar. El grupo de supervivientes se atrinchera en una habitación y escapan por una ventana a la calle, todos menos dos de las personas que encontraron, una se vuelve loca y se arroja a los zombis y otro prefiere quedarse en la comisaría a morir.
En nuevo plan de los cinco supervivientes liderados por el agente Reyes es buscar una escapatoria de allí en barco por el río pero con el incoveniente de que ya no disponen de munición. Mina, Reyes y el preso se encuentran numerosos zombis tumbados en el muelle que se levantan ante el rugido de otro muerto viviente totalmente en plan orco llamando a la guerra en el "El señor de los anillos". La otra pareja de muchachos logra llegar hasta un barco pero uno de los jóvenes traiciona al grupo y se marcha él solo por el río.
Cuando la cosa no parece tener solución para nuestros protagonistas, llega al lugar un lunático que había previsto todo aquello y que va armado hasta los dientes. Entre los cuatros se cargan a todos los muertos vivientes en un largo final en el que la cámara no deja de temblar. La película concluye con Mina dejando escapar definitivamente al prisionero y una imágenes finales entre los créditos donde vemos el fatal destino que corre el joven que se fue en barco.
"Zone of the dead" es una película entretenida en líneas generales, con unos efectos bastante conseguidos, mucha acción y varias historias paralelas que amenizan un poco su visionado, sin embargo es muy evidente que se trata de una historia sin muchas pretensiones, con una puesta en escena muy trillada, con un guion típico (cuando hay guion, claro) y predecible y algunos detalles poco profesionales en algunas actuaciones y escenas.
En esta decente apuesta serbia por el cine de zombis se aprecia cierto interés en conectarla con el imaginario de este género, no solo por estar protagonizada por Ken Foree, sino por otros guiños como la aparición de un agente Savini (por Tom Savini, como sabemos famoso actor y creador de efectos especiales muy relacionado con los muertos vivientes), la introducción de diversas frases profundas con moralina que seguro sonará a más de un aficionado o la mención de una erradicación con bomba nuclear -de hecho señalan que fue lo realmente sucedido en Chernóbil-.
Una cuestión negativa que destaca es la poca profundidad que transmiten los estereotipados personajes que van apareciendo. Sin duda les falta convicción y solidez tanto a su construcción en el guion como su ejecución por el reparto de actores entre los que sobresale, lógicamente, el mencionado Ken Foree que hace grandes esfuerzos por darle credibilidad a su personaje, aunque ciertamente el hombre ya no estaba para hacer ciertas escenas de acción.
Respecto a los zombis que aparecen en esta filmación tienen un comportamiento muy irregular e incluso en algunos casos ridículo. Están caracterizados con lentillas azules, caras grisáceas y muchos vómitos de sangre. La mayoría son lentos, aunque incomprensiblemente también los hay rápidos y ágiles dependiendo de la situación. Sin duda una de las cosas que nadie olvidará al visonar esta filmación es ver a decenas de zombis tumbados en el suelo, en perfecto orden, echándose un sueñecito (¿WTF!) hasta que el "macho alfa" empieza a berrear... ver para creer.
En definitiva, una película recomendada para los más aficionados al cine zombi, con pretensiones de fidelidad no siempre cumplidas al género. Una historia con pocas sorpresas y una narración demasiado plana caracterizan a este film adornado con acción, aunque con un par de secuencias bastaste extrañas e incalificables. No está mal pero se queda lejo de culminar.
Trailer (en inglés):
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