sábado, 7 de febrero de 2015

(1989) La maldición del templo azteca

La maldición del templo azteca es una película estadounidense producida en 1989 bajo el título original de "The Laughing Dead".

El padre O'Sullivan es un comprometido sacerdote de barrio que organiza y dirige un viaje arqueológico desde los Estados Unidos hasta México para estudiar la cultura maya. El cura, que está en proceso de perder totalmente su fe, sigue enamorado de una monja a la que dejó embarazada varios años atrás.

Antes de emprender definitivamente el viaje, al autobús realiza una última parada que será, casualmente, para recoger a la antigua monja y su malcriado hijo para la sorpresa mayúscula del padre O'Sullivan, por lo que el viaje comienza siendo prometedor. Una vez que entran en México, el autobús parece atropellar a una niña muerta que se termina levantando por la mediación de dos misteriosos guerreros mayas, algo que hace pronosticar malos augurios al grupo de viajeros hasta que por fin llegan hasta el hotel de un pequeño pueblo mexicano que ya se encuentra preparando la festividad de El Día de los Muertos.

En ese mismo pueblo un grupo de seguidores del dios de la muerte maya están esperando con ansias la llegada del niño que al ser hijo de un cura y una monja vendrá a cumplir un importante papel para hacer realidad una antigua profecía. Los malotes, liderados por el Dr. Um-tzec, tienden una trampa al cura en el que una diosa le cambia el corazón y queda como poseído bajo su voluntad.

Mientras, el grupo de excursionistas se acomoda en el hotel, aunque pronto un muerto viviente vendrá a romper la tranquilidad arrancando de un manotazo la cabeza de uno de ellos. Los viajeros se quieren largar de allí en el bus pero los sirvientes del dios maya de la muerte se lo impiden. Poco después, el sacerdote ya totalmente poseído destroza la cabeza de un puñetazo a una empleada del hotel y mata a un hombre del grupo arrancándole el brazo y metiéndoselo por la boca. La maldición parece que se va a cumplir, el Dr. Um-tzec ya tiene al niño de la exmonja y el padre O'Sullivan quien, todavía enajenado, se ha reunido con ellos utilizando una puerta mágica.

El grupo de supervivientes es consciente de la trascendencia de lo que está pasando y con la ayuda de unas gemas logran traspasar la barrera mágica para intentar detener el maléfico plan de Um-tzec. En el templo se encuentran con numerosos muertos revividos en distintos rituales y al Dr. Um-tzec que comienza a convertirse en el mismísimo dios de la muerte, pero uno de los excursionistas ha encontrado la forma de transformarse en el dios maya de la luz y comienza una estrambótica pelea entre dioses mayas, aunque a los ojos de cualquiera bien podría parecer un dinosaurio y Godzilla dándose una tunda.

Como era de esperar, el monstruo bueno gana, el padre O'Sullivan se libera de su posesión y se abraza felizmente con su hijo ya que todo parece terminar bien. El grupo de supervivientes sale del hotel que termina explotando y allí se encuentran, en mitad de la calle de aquel pequeño pueblo mexicano que está en plena celebración de El Día de los Muertos, mientras todo lo sucedido parece alejarse como una desagradable pesadilla.

"La maldición del templo azteca" es una mediocre película de la que a pesar de sus numerosos detalles cutres podemos sacar algo de entretenimiento. Es una filmación con ciertos toques de humor pero muy oscura, con muchas escenas oníricas en las que se desarrolla una trama paralela más paranoica incluso -y ya es decir- a la de la propia realidad. Con un buen ritmo de narración en líneas generales, dispone igualmente de momentos prescindibles que no acaban de encajar en su peculiar argumento en el que se mezcla de todo un poco.

Con algún que otro momento pasteloso y una cansina banda sonora, sí que posee algún que otro agradecido detalle sangriento-festivo que lo aleja de convertirse en un telefilm tal y como parece apuntar por tramos, sobre todo al comienzo de la historia. Los efectos especiales, como su estética en general, son bastante ochenteros, cumpliendo lo más decentemente que pueden pero sin evitar que el espectador suelte más de una carcajada con ellos.

Los muertos vivientes en esta producción son personajes de mero atrezo, no cumplen ningún papel relevante en la historia y aparecen solo en unas pocas escenas de la película sin que se profundice lo más mínimo en su origen o comportamiento. La caracterización de estos zombis mayas es bastante deficiente, con las caras pintarrajeadas y muy poquito más.

En definitiva, una de esas películas evidentemente mala pero con cierto encanto que la puede hacer entretenida para los fanáticos del cine de terror de los años ochenta. Nos encontramos una predecible historia que mezcla un poco de todo, con monstruos, zombis, dioses mayas, poseídos... aunque sin demasiado tino. Recomendada para echar un rato tonto.

Película completa (en inglés):


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