En los años ochenta del pasado siglo una epidemia zombi asoló el mundo. Kate era entonces solo una niña cuando tuvo que disparar a sus padres en la cabeza, un recuerdo que, lógicamente, nunca le abandonará. En la actualidad Kate es una médica que trabaja precisamente en una unidad hospitalaria de "Retornados", es decir, personas que han sido infectadas por el virus zombi pero que al ser tratadas a tiempo sus efectos son controlados y pueden hacer una vida normal siempre que se inyecten una vez al día una dosis del suero curativo.
Pero probablemente lo peor de tener el virus es el estigma social que provoca. Una parte de la sociedad considera despreciables a los portadores del virus, un peligro inasumible, una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento, pues con que el infectado no se inyecte un día el suero, el virus lo mata y lo convierte en un zombi sediento de sangre. Los disturbios y la violencia no tardan en llegar, con numerosos grupos que protestan y que piden el control o directamente la eliminación de los retornados.
Pero Kate no solo está unida profesionalmente a los retornados, sino que su pareja desde hace seis años -Alex-, también es un retornado debido a una infección fortuita. La situación para Alex y para el resto de retornados se complica aun más cuando el suero basado en una proteína extraída de muertos vivientes comienza a escasear y el gobierno decide recluir a los retornados en centros de control ya que las investigaciones para crear la proteína artificialmente no han dado resultado.
Después de repeler un intento de asesinato, Alex y Kate deciden refugiarse un tiempo en la casa de campo de unos viejos amigos acomodados a los que Alex le confesó hace poco que era un retornado. Tras un tiempo en el que parece que le prestan ayuda, estos amigos le tienden una trampa a nuestra pareja protagonista y le roban a Alex todas las dosis del suero que tenía, pues resulta que la esposa del amigo también era una retornada y le hacen la putada del milenio.
Alex solo tiene 24 horas antes de que el virus acabe con él. El director del hospital facilita milagrosamente a Kate las últimas dosis de las que disponen, sin embargo es asaltada en el aparcamiento y todos los recipientes terminan rotos y el suero esparcido por el suelo. Ya sí que parecen todas las esperanzas perdidas. Alex se ha atado él mismo en su estudio de música. El momento llega y Kate haciendo caso a su petición, le dispara en la cabeza. La médica hace las maletas para huir de allí, cuando el director del hospital la encuentra y le comunica que finalmente las investigaciones han funcionado y se ha logrado crear la proteína de forma artifical. La situación se ha solucionado y fuegos artificiales adornan la ciudad mientras Kate desespera por su mala suerte.
La película concluye con imágenes de Kate, embarazada, realizando una mudanza a una casa que vieron juntos Alex y ella justo antes de que el hombre muriera. Por último, se ve en un tablón la foto de la pareja de amigos que les robaron las dosis con la clara intención de tomarse su propia venganza por la traición.
"Retornados" es una película interesante y bien realizada técnicamente que enfoca la temática zombi desde una perspectiva diferente a la habitual. Al verla, irremediablemente se nos vendrá a la cabeza la producción francesa de 2004 "Les revenants" donde también se pone el énfasis argumental en los problemas sociales, la segregación y brotes racistas contra infectados o muertos que pasan de ser verdugos a convertirse en víctimas de la represión de una parte de la sociedad que les teme y no les quiere.
El desarrollo de la filmación es un poco lento en el primer tramo -donde a veces da la impresión que se visiona un telefilm de sobremesa-, aunque mejora bastante a medida que situación social va empeorando. Sin sangre, ni mordiscos ni apenas acción, toda la atención se centra en la trágica intrahistoria de Kate y Alex con un guion que da la talla, aunque personalmente me queda la impresión de que el argumento pudo dar para bastante más de sí.
Los muertos vivientes en esta ocasión tienen muy poca presencia real, apareciendo en contadas escenas del metraje. Obviamente los retonados, como bien insiste la protagonista, no pueden considerarse como zombis, pero según se plantea, el virus no toma el control del cuerpo vivo, sino que el sujeto muere y vuelve a la vida a consecuencia de la infección. Una vez que la persona revive no hay vuelta atrás, la única solución es el tiro en la cabeza.
En definitiva, una película que desarrolla la idea de la adaptación social de infectados por un virus zombi, que, sin ser totalmente novedosa, ofrece una particular visión de la temática ya denominada por algunos como "post-zombi" donde, sin sangre ni vísceras, se reconoce cierta moraleja romeriana al tratar estos aspectos sociales. Creo que merece la pena echarle un vistazo. Que se abstengan -por su propio bien- los que busquen mordiscos y superviviencia porque esta no es su filmación.
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