viernes, 13 de febrero de 2015

(1946) Valley of the zombies

Valley of the zombies (en español, "El valle de los zombis") es una película estadounidense de misterio y terror producida en 1946 por Republic Picture.

El Dr. Maynard, un psiquiatra que regenta una clínica privada, se ha percatado que alguien está robando sangre de su laboratorio. Una noche, un extraño hombre visita al médico. Se llama Ormand Murks y había sido un antiguo paciente del Dr. Maynard que murió en la mesa de operaciones de un psiquiátrico cinco años atrás. Murks creía que las transfusiones de sangre le darían la inmortanidad y por eso acabó internado. Según le cuenta el propio hombre, después de morir y que le dieran el cuerpo a su hermano, pudo regresar a la vida gracias al vudú y a las pociones diabólicas del Valle de los Zombis, convirtiendo su obsesión en realidad, ya que necesita de constantes transfusiones de sangre para continuar con vida.

Después de contarle todo aquello, el malvado Murks asesina al Dr. Maynard y lleva el cuerpo hasta su casa donde su hermano, que ha estado robando sangre para él durante años, queda horrorizado y amenaza con denunciarlo a la policía aunque le espera un final similar al del médico. Murks embalsada el cadáver del Dr. Maynard y lo deja abandonado en el cementerio al oír que llega la policía.

Los agentes se dirigen hasta la clínica del doctor e interroga al joven Dr. Evans y a su novia Susan que trabaja también allí como enfermera. Tras el interrogatorio, la pareja encuentra en una nevera del laboratorio al hermano de Murks, la policía los sorprende y pasan a convertirse en los principales sospechosos de los asesinatos, por lo que deciden investigar por su cuenta para descubrir al verdadero responsable.

El Dr. Evans y Susan van hasta el mausoleo familiar de los Murks y comprueban que la tumba de Ormand está vacía, poco después descubren a otro médico asesinado en la casa de aquel malvado muerto viviente. La policía ha seguido a la pareja, pero cuando van a corroborar sus descubrimientos, Murks aprovecha para secuestrar a Susan, comenzando una persecución en coche que les llevará hasta la clínica médica. Allí, Susan -hipnotizada- le está haciendo una transfusión a Murks y poco después está a punto de dispararle a su amado novio pero la policía logra abatir a tiempo al oscuro personaje.

Una vez vista, lo que probablemente llame primero la atención de la película "Valley of the zombies" sea su desacertado y engañoso título. Al leerlo, podríamos esperar encontrarnos una filmación que se desarrolla en una isla caribeña con muertos vivientes de acá para allá, como en las anteriores "Yo anduve con un zombie" de 1943 o "El rey de los zombies" de 1941, pero nada más alejado de la realidad. Realmente se trata de una historia de misterio con tintes policíacos en el que ni hay valle, ni hay zombis, al menos en plural, porque tan solo aparece un revivido en la grabación.

Respecto a la filmación en sí, nos ofrece una historia simple, muy sencilla de seguir y tremendamente estereotipada, por lo que su argumento, incluso en la época, no debió suponer ninguna novedad relevante, eso sí, al ser una cinta de corta duración (55 minutos) apenas queda tiempo para el aburrimiento. Es destacable entre los exagerados topicazos en los roles de los protagonistas, el papel de Susan, la asustadiza enfermera que únicamente se dedica a chillar y a dar besos, sirviendo de contrapunto del valiente y apuesto galán al que acompaña.

Respecto al muerto viviente que aparece en la filmación, lo es más de forma teórica que práctica. Es decir, ciertamente se nos explica que estaba muerto y volvió a la vida por ritos de vudú, pero extrañamente ni quedó ligado al hechicero que lo revivió ni tiene ningún tipo de secuela motora o cognitiva. Con otras palabras, que está muerto porque lo dice el guion y nos lo creemos, pero se comporta como un villano normal y corriente. Es curioso que el tema de las transfusiones y la necesidad de sangre también aparecía en la más acertada "El regreso del Doctor X" en 1939 con la que comparte alguna otra semejanza.

Por último, destacar que el personaje del zombi lo encarna Ian Keith, actor que hace un buen trabajo y que cuentan que aspiraba al papel de "Drácula" de 1931 que terminó protagonizando de forma memorable Béla Lugosi, con el que es irremediable compararlo y que precisamente filmó otra película de zombis solo dos años antes de esta, en 1944, denominada "Voodoo man".

En definitiva, una película con un desacertado título que, sin ofrecer nada nuevo, tiene el encanto añejo de las filmaciones de esa época a pesar de sus personajes sin ningunan profunidad ni interés y una trama sin demasiada imaginación protagonizada por un malote que es un muerto viviente, sí, pero que podría haber sido igual un fontanero con hemofilia, para lo que hace... En fin, que no está de más echarle un ojo como clásico y como ejemplo de la concepción difusa de muerto viviente que por entonces se gastaba, eso sí, sin depositar excesivas expectativas. 

Película completa (en inglés):



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