La filmación comienza con un joven que destierra la tumba de su esposa para regodearse de su muerte. De repente, la mujer muerta despierta y le arranca el pene de un mordisco. Poco después le llaman al teléfono móvil y como puede, se dirige hacia su puesto de trabajo como ayudante en un autocine. Precisamente en ese cine de verano se disponen a pasar aquella noche la que será su última sesión por la venta del negocio. Será con la excusa de esta sesión inédita nocturna como se irán mostrando en forma de películas las distintas historias cortas que componen esta grabación:
La primera se denomina "Wadzilla". Un hombre se presta para probar un medicamento experimental para intentar mejorar la movilidad de su semen. En lugar de esto, el fármaco provoca que el único espermatozoide que puede crear crezca de forma incontrolada, tanto es así, que termina "destruyendo" la mitad de Nueva York e intentando violar a la Estatua de la Libertad, aunque logran hacerlo explotar, con estatua y todo. Homenaje al cine de monstruos de los cincuenta del pasado siglo.
La segunda se llama "I Was A Teenage Werebear" y se trata de un musical sobre un joven que está descubriendo su sexualidad entre canciones, bailes y hombres osos -haciendo un juego con este rollo de estética gay de oso- que matan personas. Una extraña parodia entre "Grease" y "Teen Wolf".
La tercera, filmada en blanco y negro, es "The Diary of Anne Frankenstein" y sin duda es la mejor y más loca de todas las historias, mezclando "El diario de Ana Frank", "Frankenstein" y un fantástico Hitler a cuyo actor (Joel David Moore) se le nota a leguas que no sabe hablar alemán, algo que la hace más divertida. Hitler está buscando diseñar una máquina perfecta para matar, pero su monstruo judío termina volviéndose en su contra mientras su esposa no deja de engañarle con todo el que se cruza.
La última es precisamente la historia transversal, denominada "Zom-B-Movie". Después de que el joven del principio llegara a su trabajo en el autocine, comienza a infectar a todos los asistentes que terminan por convertirse en "peligrosos" zombis cachondos que te matan mientras te fornican. La pareja adolescente que protagoniza esta narración se encontrarán atrapados en en su coche rodeados de muertos vivientes, pero ellos deciden pasar sus últimos momentos perdiendo la virginidad.
"Chillerama" es una delirante e irregular película con bastante humor pero casi siempre centrado exclusivamente en el plano sexual. Una simpática filmación con unas parodias que seguro que traerán a la memoria del espectador muchos clásicos de distintos géneros.
"Wadzilla" es entretenida, no da para mucho pero se deja ver. "I Was A Teenage Werebear" es quizá la más flojita, demasiado larga, vacía e incomprensible. Por su parte, "The Diary of Anne Frankenstein" es, como ya hemos dicho más arriba, sin duda la mejor, con mucho humor y muy gamberra. La última, "Zom-B-Movie" es donde únicamente aparecen los peculiares zombis cachondos y, aunque tiene un comienzo prometedor, termina siendo un desvarío sin mucho sentido.
Los aspectos más negativos de la producción pueden ser su repitivo humor de contenido sexual y escatológico, con sus buenos puntos sí, pero sus tontadas sin gracia también. Que dure casi dos horas y lo intrascendente de algunas escenas de las historias pueden hacer igualmente que resulte excesivamente larga.
En definitiva, una filmación entretenida por momentos que, aún pudiendo ser algo cansina y paranoica, pretende ser un homenaje al cine grindhouse y de los rituales de las clásicas sesiones al aire libre. Recomendable para ver con los colegas para echar unas risas, siendo imprescindible no tomarse absolutamente nada de ella en serio.
Trailer (en inglés):
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