Un virus está asolando una zona de Taipéi, el distrito 108, según parece su fuga puede estar relacionada con un desastre nuclear, lo cierto es que este virus está convirtiendo a la gente en sanguinarios muertos vivientes. Una joven madre intenta escapar con su hija de tres años de aquel panorama apocalíptico, encontrando aparentemente la ayuda del que será un pervertido sexual deformado cuyo interés es más violarla y torturarla que salvarle la vida.
Paralelamente un grupo de policías intenta terminar de evacuar toda la zona, pero cuando llegan al local de un mafioso son repelidos a tiros. No obstante, al poco se dan cuenta que están rodeados de zombis, así pues, aunque con algunas reticencias, los mafiosos aceptan colaborar con la policía para salir de allí en una peculiar alianza que recuerda a la película francesa de "La horde" de 2009. Después de tiros, traiciones, mordiscos y zombis por todos lados, este grupo logra escapar del local donde estaban resistiendo y precisamente se dirigen hacia la casa del pervertido sexual.
En aquel lugar, el asqueroso tío -al que por cierto pueden entrar muchas ganas de matarlos con vuestras propias manos- tiene a varias muchachas secuestradas, torturándolas y abusando de ellas sin ningún tipo de piedad. El grupo recién llegado descubre que en el sótano está nuestra madre protagonista, la liberan y esta aprovecha para vengarse a base de hachazos de su captor.
Finalmente el jefe mafioso acaba mutando sorpresivamente en una especie de monstruo deforme, la mayoría del grupo termina siendo mordido o directamente devorados y solo queda con vida la joven madre del comienzo siendo rescatada por un escuadrón militar que se había desplazado hasta la zona. La película termina con imágenes recordando a su hija de tres años que ha desaparecido en medio de este horror.
"Zombie 108" es una película bizarra, oscura, con sangre, muchachas asiáticas desnudas y algunos pegotes de humor dentro de este cóctel poco afortunado. Hay algunos momentos gores que son interesantes, al igual como la fotografía y los efectos especiales. No obstante, las actuaciones dejan bastante que desear y el argumento se podría haber mejorado si hubiera sido más claro y coherente, no queriendo meterle tantas cosas distintas que lo acaban convirtiendo en algo amorfo y extraño.
Los zombis en esta filmación son generalmente lentos y torpes, aunque también hay sus excepciones. El virus parece que transforma a algunos de forma inmediata, a otros tarda un poco más, lo que sí parece meridianamente claro es que -al menos muchos de ellos- se tratan de muertos vivientes, pero tampoco se profundiza mucho sobre este tema en la producción.
En definitiva, una curiosa incursión taiwanesa en el cine de zombis, no muy afortunada ni original, aunque con ciertos matices exóticos que pueden llamar la atención del televidente. Por lo demás, una grabación algo desagradable por momentos, con un humor poco afortunado donde casi todos los personajes parecen echar un pulso a ver quién es el más tonto e hijo de puta de todos. Muy poco destacable como gran película de muertos vivientes, aunque innegablemente, y debido a los permanentes cambios en la acción, puede resultar al menos entretenida.
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