viernes, 12 de diciembre de 2014

(2008) I sell the dead

I sell the dead es una comedia de terror producida en 2008 en los Estados Unidos que nos narra las andanzas de dos peculiares ladrones de tumbas.

La filmación está ambientada en la época victoriana. Comienza con la ejecución pública de un hombre en la guillotina. Posteriormente un sacerdote va a visitar a Arthur Blake, el socio del hombre ajusticiado y que igualmente espera su momento para morir acusado de robar muertos y de asesinato. El religioso dice haber venido para oír al reo y anotar sus últimas palabras antes de ser ejecutado, así pues, el joven Blake nos narra cómo ha llegado hasta allí.

Según nos cuenta, Arthur empezó desde muy niño en el negocio de robar a los muertos de la mano del que después sería su socio Willy Grimes -el hombre guillotinado del comienzo-. Muy dados a la mala vida, Arthur y Willy son chantajeados por un sádico científico loco de la zona para que les lleve cuerpos muertos (recientes, si puede ser) a cambio de no denunciarlos a la policía. El científico les pide cada vez más cuerpos y los ladrones se encuentran contra la espada y la pared.

A Blake le ha enseñado la experiencia que no se debe de fiar de los cadáveres y así se lo narra al cura que toma nota interesado. Así es, de tanto desenterrar muertos, el contacto con el ocultismo no tarda en llegar. Arthur y Willy se dirigen a robar el cuerpo de una muchacha enterrada en un cruce de caminos y con una estaca en el corazón. Efectivamente, resulta ser una vampiro que les será especialmente útil para librarse del científico loco que los estaba extorsionando.

De esta forma, los socios se dan cuenta de que donde realmente está el negocio es en robar los cuerpos de los muertos vivientes y otras criaturas extrañas. Poco después desentierran lo que parece un ataúd de un niño, sin embargo lo que encuentran dentro es ni más ni menos que un pequeño extraterrestre. Ese es un botín más que preciado que reclama como suyo la familia Murphy, una banda rival de ladrones de tumbas que se convierten en los archienemigos de Arthur y Willy.

Otro gran golpe les está esperando. Esta vez se trata de varios muertos vivientes que se han caído del barco que los transportaba en cajas de madera. Los socios -esta vez junto a una mujer- no dudan en desplazarse en bote hasta una isla cercana para buscarlos. Una vez allí los encuentran, pero son capturados por los Murphy y solo la intervención de los propios zombis que devoran a la banda les dará la oportunidad de escapar, aunque Willy es mordido por uno de ellos.

Y de esta forma nos situamos de nuevo en la actualidad. El cura finalmente se descubre, es el patriarca de los Murphy que viene a vengarse de Arthur por la pérdida de su banda. No obstante, cuando todo parecía perdido, entra en la celda Willy, cabeza en mano, para salvar a su socio, ya que debido a la herida provocada por el zombi que le mordió ha vuelto a la vida justo a tiempo para ayudar a Arthur.

"I sell the dead" es una película que sin ser nada de otro mundo, se deja ver aunque tiene momentos excesivamente lentos y tediosos. Probablemente lo más destacable es que está protagonizada por un buen puñado de caras conocidas, algo que quizá predispone a ver una obra de una calidad superior a la resultante. Entre los protagonistas podemos reconocer a Dominic Monaghan (Merry en "El Señor de los Anillos", entre otros papeles) que encarna a Arthur Blake o al incansable Ron Perlman que ha actuado en infinidad de producciones haciendo de sacerdote.

La verdad es que la historia tiene su miga, pero lo cierto es que ni la narración ni la puesta en escena acompañan demasiado, dejando la sensación de que con estos ingredientes se podría haber logrado un producto mejor. Aunque se vende como comedia no destaca por tener grandes momentos de humor y los que tiene no son nada extraordinarios. Eso sí, la ambientación es realmente atrayente, las referencias estéticas a los cómics son acertadas y las piezas musicales que ofrece realizan un buen acompañamiento.

Como decíamos antes, algunos tramos se hacen especialmente lentos, aunque paradójicamente el final -con apreciada sorpresita incluída- se antoja demasiado precipitado. Respecto al desarrollo parece que existe algo de desconexión entre las escenas, destacando de forma negativa la parte del extraterrestre, desafortunada y ridícula a todas luces.

Respecto a la caracterización de los monstruos no está mal sobre todo la vampira, los zombis sin embargo dejan algo más que desear. En esta filmación los muertos vivientes que aparecen tienen un comportamiento muy raro, por momentos se comportan como simios, pero lo que queda claro es que por lo visto son contagiosos.

En definitiva, una filmación que sin duda podría haber dado para más, con una historia simple, momentos absurdos, caras conocidas y unos zombis muy extraños que apenas tienen protagonismo. Podría ser recomendable para ver siempre que tengamos en cuenta que no veremos el peliculón de nuestras vidas.

Trailer (en inglés):


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