La noche de Halloween, un grupo de jóvenes preparan una fiesta de disfraces que pretenden que sea inolvidable. Para ello, van hasta el museo de la brujería de la localidad y roban algunas prendas de vestir y otros objetos de la época de las brujas en esa localidad estadounidense.
Para probarse la ropa y ver detenidamente qué han cogido, se detienen en el cementerio y leen el contenido de un pergamino que se encontraba en un baúl. El maleficio pronunciado provoca el levantamiento de los muertos y la llegada de todo tipo de monstruos infernales, incluyendo vampiros y hombres lobo, capitaneados por una bruja-vampira ajusticiada 300 cientos años atrás en aquel pueblo.
Al principio, los zombis, vampiros y demás pasan desapercibidos por ser la noche de Halloween, sin embargo, al poco tiempo los monstruos irán haciendo aparición, atacando a los jóvenes en la fiesta y convirtiéndolos en seres malignos.
Finalmente, el joven protagonista con la ayuda de una muerta buena de la que se acabará enamorando, encuentran la forma de devolver a los zombis a sus tumbas y a los monstruos al infierno, pero para poder romper la maldición deberán hacer el rito antes de medianoche. Efectivamente, los jóvenes terminan logrando su objetivo y todo vuelve a la normalidad, como si de un mal sueño se hubiera tratado.
"La noche del baile de medianoche" es una película medianamente entretenida, sin ser nada del otro mundo. Un buen exponente del cine juvenil de terror ochentero, con un grupito de adolescentes protagonistas que tendrá que hacer frente a un sinfín de monstruos, pero tampoco se debe creer que se va a encontrar nada más que los típicos componentes de este tipo de producciones: algo de humor, enamoramientos juveniles, alguna canción y muchos tipos de monstruos, alguno incluso cachondo.
Concretamente el papel de los zombis en la película es bastante secundario. Cuando se presencia el prometedor levantamiento de cuerpos del cementerio, puede pensarse que los muertos vivientes tendrán una mayor importancia de la que después realmente tienen, siendo los vampiros y los hombres lobos las principales amenazas, quedando los muertos vivientes relegados a un aspecto más cómico.
En definitiva, una grabación para pasar el rato una tarde tonta o un día durante la siesta. Una americanada típica de la época con una puesta en escena trabajada, un argumento simplón y las tramas habituales entre los personajes adolescentes totalmente estereotipados.
Escena (en inglés):
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