La película comienza con imágenes de Haití, donde un zombi se cuela en la casa de su familia y es quemado con un lanzallamas, guardando sus cenizas en una urna que será robada y que irá de mano en mano hasta llegar a Alemania.
Luego ya la historia se centra en nuestro protagonista, Philip, un adolescente normal, con sus erecciones matutinas y sus incondicionales amigos un poquito lerdos. Philip está enamorado de la típica rubia tonta popular de su instituto que a su vez está con el rico rubito de turno. La cuestión es que nuestro protagonista desea enamorar a la rubia, por lo que le pide ayuda a su vecina y amiga gótica que está enamorada de él.
Con el fin de poder beneficiarse de un hechizo de amor, nuestro protagonista y sus amigos asisten a una cutre-ceremonia vudú en el cementerio donde los góticos intentarán levantar a los muertos utilizando precisamente las cenizas de zombi que aparecieron al comienzo. En mitad del conjuro las cenizas terminan en el cuerpo y la cara de los tres amigos que, indignados, se marchan de allí en su furgoneta, con la mala fortuna de que tienen un accidente donde mueren los tres, sin embargo, por efecto del hechizo reviven en el depósito de cadáveres donde empiezan a ser conscientes de lo que son ahora: zombis.
La parte positiva es que ahora tienen superfuerza y son inmortales, algo que aprovecha uno de ellos para vengarse de todas las personas que le han ido haciendo putadas durante su vida. La parte negativa es que se empiezan a descomponer, las ansias de cormer carne humana les posee y su situación parece convertirse en irreversible. Los jóvenes disfrutan de su nueva popularidad, ligan y todos quieren estar con ellos. Sin embargo, la situación comienza a escapárseles de las manos y deciden que lo mejor es buscar un antídoto con la ayuda de la joven gótica y su libro, el Necronomicón, como no podía ser de otra forma.
Finalmente, logran hacer el antídoto y convencen al amigo vengativo de tomárselo para volver a la normalidad, y así lo hacen. La película termina con imágenes felices de Philip en la cama con la gótica con un amor ya correspondido.
"La noche d elos pirados vivientes" es una película entretenida, aunque debemos ser conscientes de que se trata de una típica producción de adolescentes que recuerda demasiado a "American Pie" pero con los protagonistas como muertos vivientes. Por lo tanto, las fiestas, el alcohol, el sexo y las drogas están muy presentes en toda la narración.
El aspecto y el acabado final de la película parece trabajado y cuidado, aunque realmente no aporta ningún elemento demasiado original ni característico. El humor suele ser simplón y tontuno, aunque en general mantiene un nivel aceptable y que motiva para terminar de verla, aún sabiendo que el desenlace será lo más previsible del mundo, ya que lo que aquí prima es el simple entretenimiento.
Nuestro trío de zombis es bastante moderado en su comportamiento a excepción del amigo friki vengativo, sin que apenas aparezca en la filmación ni sangre ni muertes. Un cuento de amor juvenil con un desacertado final a lo "Pinocho", volviendo simplemente a su estado anterior de forma milagrosa y que deja cierto mal gusto al no haberse planteado otra opción algo más sorprendente. Por cierto, ya no sé las veces que a los zombis se les cae el pene en este tipo de comedias.
En definitiva una película gamberra de zombis apta para casi todos los públicos. Fiesta, algo de humor y un adolescente zombi que se termina enamorando de la buena es lo que ofrece esta parodia del género con desiguales críticas. En mi caso, creo que puede ser recomendable y divertida siempre que no depositemos en ella grandes expectativas de ver un peliculón inolvidable.
Primera parte (en alemán):
Valoración:
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