sábado, 29 de noviembre de 2014

(2009) Last of the living

Last of the living es una comedia de zombis producida en Nueva Zelanda en el año 2009.

Nos situamos en un mundo post-apocalíptico donde un contagioso virus ha exterminado a la gran mayoría de la población y los que quedan se han convertido en muertos vivientes. En este contexto desolador nos centramos en un pequeño grupo de tres supervivientes compuesto por dos hermanos (Morgan y Ash) y un peculiar amigo obsesionado con la música (Johnny). Este grupo de gamberretes viven es este mundo destruido -pero sorprendentemente limpio con casi todas las calles despejadas- desplazándose de casa en casa en los barrios residenciales y cuando necesitan algo, pues van al centro comercial y lo cogen, logrando hasta ahora haber evitado eficazmente a los zombis que les rodean.

En un momento de aburrimiento deciden mudarse a otra casa para continuar con sus divertidas vidas entre partidas a la PlayStation y sus travesuras varias. En mitad del camino eligen inspeccionar una iglesia para comprobar si es un refugio seguro. Allí encuentran a una joven científica llamada Stef junto con su padre también científico que ha sido mordido. Una vez que logran escapar de la iglesia, Stef les pide ayuda a los tres hombres para intentar obtener una cura del virus que pueda volver a los zombis nuevamente en humanos. Los hermanos y el amigo aceptan el desafío y lo primero que hacen es ir hasta un laboratorio completamente rodeado de muertos vivientes para procesar unas muestras. Después de varios contratiempos y cuando parece que todo iba a salir bien, Johnny es mordido a la salida del laboratorio por lo que decide sacrificarse por el resto del grupo.

Ya solos los hermanos con Stef, el plan ahora sería ir hasta una isla cercana con la muestra donde existe una comunidad de científicos investigando una posible cura. Se dirigen en coche hasta el aeropuerto para tomar una avión, ya que Stef también es piloto, pero en una desafortunada parada a echar gasolina, la joven es mordida, aunque como ella es la piloto y la única posibilidad de llegar hasta la isla, deciden continuar a pesar del riesgo de que muera y se convierta en zombi en mitad del vuelo... que es justamente lo que ocurre, tirándola en paracaídas desde el avión y logrando aterrizarlo los propios hermanos en la isla.

Una vez allí se desvanece toda esperanza de salvación. El lugar está destruido y todos sus habitantes son zombis... todos sus esfuerzos parece que no han servido para nada. Morgan es mordido y Ash no tiene otra opción para escapar que la de meterse en un pequeto bote y dirigirse mar adentro.

"Last of the living" es una película flojita e intrascendente que va de ninguna parte a ninguna parte. Por motivos comerciales, se anunciaba esta producción comparándola con la filmación de 2004 "Shaun of the dead", y si algún ingrato cayera en el engaño, el desencanto será mayúsculo. Aquí apenas tenemos momentos de humor, y los que hay son tontos y sin gracia. Tampoco tenemos nada original ni destacable, más allá de lo increíble que parece que después de meses de un apocalipsis zombis todas las calles estén limpias como si el servicio de limpieza acabara de pasar y que todo siga funcionando con total normalidad.

Lo que es la producción en sí no esta mal trabajada a pesar del bajo presupuesto y tiene detalles interesantes, incluyendo varias muertes de zombis que sí son cachondas. Los actores no son nada del otro mundo, la fotografía es algo irregular, la ambientación como comentábamos es muy poco creíble, ya que realmente parece demasiado fácil sobrevivir aquí si no te buscas problemas innecesarios. La canción que sirve de banda sonora no está mal. Como detalle que me pareció curioso, mencionan que en la actualidad ya no sirven las armas después de un tiroteo de seis días donde se quedaron sin ninguna bala disparando a los zombis.

Respecto a los muertos vivientes que aparecen en la película tienen un comportamiento irregular, unos son rápidos y muy peligrosos y otros son lentos y torpes según convenga en cada momento de la historia. Su caracterización también es desigual y los efectos especiales también tiene sus altibajos aunque en general no están mal llevados.

En definitiva, una comedia con poco chiste que no propone absolutamente nada nuevo, sin guion ni pretensiones, aunque con ciertos momentos aprovechables solo puede recomendarse para los menos exigentes. Apocalipsis zombi neozelandés que no termina de convencer y que hace aguas por casi todos sitios. Para echar el rato y poco más.

Trailer (en inglés):


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