jueves, 25 de agosto de 2016

(1974) Corpse Eaters

Corpse Eaters es una película de zombis de bajo presupuesto producida en Canadá y estrenada en el año 1974.

La filmación comienza con una curiosa información previa donde se advierte que las escenas más fuertes se acompañan de una imagen y un sonido en forma de zumbido... y efectivamente, en un par de ocasiones aparecerá este aviso, sobre todo cuando los muertos vivientes devoran los cuerpos de sus víctimas.

La historia nos sitúa primeramente en una funeraria donde un médico va para arreglar el papeleo de un nuevo difunto, un joven con bigote, en el que posteriormente nos centramos para saber cómo llegó hasta la mesa de aquel mortuorio. Resulta que el joven junto con su novia, su hermana y un amigo estaban disfrutando locamente de unas vacaciones en la costa. Con su embarcación se dirigen hasta un lugar apartado para beber cerveza, remojarse y meterse mano. Al grupo no se le ocurre otra cosa para continuar con la diversión que ir a un antiguo cementerio cercano, aun con las reticencias de las muchachas... y ya nos podemos imaginar que nada bueno les deparará a las dos parejas protagonistas.

Una vez en el cementerio, el grupo hace una invocación a Satanás y a Lucifer dentro de un panteón. El diablo nunca llegará, pero ese rito ha provocado que los muertos enterrados en aquel lugar abandonen sus tumbas y salga del suelo que los cobijaba con ganas de comer carne fresca. De hecho, una de las jóvenes lo comprobará muy pronto y de primera mano, mientras los otros tres protagonistas logran alcanzar el coche y largarse de allí. No obstante, el joven del bigote ha sido gravemente herido por los zombis y sus amigos lo llevan hasta un hospital. Desafortunadamente los médicos no pueden hacer nada por él y también muere.

Una vez aclarado cómo llego nuestro protagonista hasta el tanatorio nos volvemos a centrar en este escenario donde el médico continúa revisando la documentación durante la noche. El joven se despierta como un zombi y sale de su ataúd para, junto con varios muertos vivientes más, comerse a los otros cadáveres. El médico los descubre y se vuelve loco de la impresión, siendo las últimas imágenes del doctor encerrado en una clínica psiquiátrica.

"Corpse Eaters" es una desconocida filmación con un pobre y trillado argumento que logra disimular mediante la narración cruzada de los acontecimientos que sirve, además, para delimitar perfectamente su presentación, desarrollo y desenlace. Un final, por cierto, que deja sin explicación alguna lo que ocurre con la cantidad de zombis que se acaban levantando de entre los muertos, dejando al espectador con una sensación de historia inacabada.

Un intento canadiense de corta duración -el metraje no llega a una hora- con marcadas señas setenteras, mayormente en su estética y en las canciones y la ambientación sonora que la adornan. Su apariencia no está demasiado cuidada y da la impresión por momentos de ser una grabación no profesional con varios y evidentes fallos en la fotografía.

Respecto a los zombis que aparecen, estos son muy difusos y no están demasiado definidos. Su caracterización es del típico muerto viviente andrajoso con las caras grises arcillosas tan habituales en aquella época. Estos muertos forcejean con sus manos con los humanos, pero luego se comen sus vísceras sin reparo alguno.

En definitiva, una película con algunos momentos de interés pero sin demasiado que aportar. Con un poco de gore, se quedará como aquella filmación en la que avisaban cuando había escenas fuertes, al menos para el momento en el que se grabó. La recomendaría como curiosidad para los más fanáticos de este subgénero, a los que seguro que les encantará. Por último, comentar que en algunos tramos me ha recordado a las producción de 1972 "Los niños no deben jugar con cosas muertas" la que tenía quizá algo más nivel que esta.

Escena:


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