martes, 1 de septiembre de 2015

(2000) Prison of the dead

Prison of the dead es una película estadounidense de bajo presupuesto dirigida por David DeCoteau. En español también es conocida como "La prisión de los muertos".

Un grupo de antiguos amigos, al que les unía el interés por la investigación de fenómenos paranormales, se vuelven a reunir después de pasar varios años sin tener contacto alguno. El lugar elegido es una funeraria que el adinerado padre de uno de ellos -Kristof que se llama- ha comprado recientemente. Resulta que esa funeraria está construida sobre una antigua prisión secreta donde en el Siglo XVII ajusticiaban a mujeres acusadas de brujería. Además, cuenta la leyenda que los temidos verdugos de esta cárcel se encuentran allí enterrados.

Una vez en el lugar, los jóvenes deciden hacer una ouija que provoca que los tres verdugos muertos vuelvan a la vida y salgan de la tierra con sus armas bien agarradas. El juego parece que se les ha ido de las manos, algunos creen que todo aquello es una broma, pero lo cierto es que los verdugos ya se han puesto en marcha e incluso varios de los protagonista son poseídos por los espíritus de las brujas allí ejecutadas.

A pesar de la gravedad de la situación, el grupo se dispersa por aquella antigua prisión y los muertos van matando uno tras otro a todos los jóvenes a excepción de Kristof, el artífice de aquella trágica reunión que ahora no solo tiene que huir de los tres verdugos, sino también de sus amigos asesinados que han vuelto a la vida para acabar con él. En un ridículo final, Kristof logra abrir una puerta mágica de la cárcel que hace que desaparezcan todos los zombis y logra escapar con vida de aquel lugar maldito.

"Prison of the dead" es una película bastante mala, grabada con poca calidad, con un argumento insufrible, una fotografía desafortunada y en la que no se salva ni el acompañamiento musical. Es un intento por combinar varios tópicos para asegurarse el éxito, pero lo que han conseguido es una producción predecible, cutre y soporífera, aún cuando su duración apenas alcanza los 72 minutos.

La historia de la filmación no da para mucho y es tremendamente simplona e incluso infantil. Los actores no son nada creíbles -especialmente en sus "magníficas" interpretaciones como poseídos-. La ambientación tampoco está conseguida, pero lo más hiriente son sus absurdos e incomprensibles diálogos... para llorar.

Respecto a los muertos vivientes que aparecen en la grabación, tenemos por un lado a los tres verdugos caracterizados muy pobremente con máscaras de carnaval y capuchas negras y luego al resto de amigos asesinados que se levantan, totalmente normales. Eso sí, unos y otros con unos ojos rojos iluminados a tope que intentan -digo yo- transmitir algo de miedo al espectador.

En definitiva, una película muy poco recomendable de la que poco o nada positivo se puede sacar. Ni la historia, ni sus actores, ni la ambientación... ni siquiera hay sangre y las muertes de los protagonistas ni se ven. Quizá algún incauto pueda creer, leyendo el título, que se trata de una filmación que se desarrolla en una cárcel con sus presos infectados, sus rebeliones y sus cosas... pero nada más lejos de la realidad. Simplemente unos jóvenes que hacen levantar de entre los muertos a unos monstruos de los que ni corren. 

Trailer (en inglés):


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